Desde años se
ha planteado a la esquizofrenia como una enfermedad grave que no tiene cura ;
sin embargo, tras los avances científicos algunas de estas concepciones podrían ser modificables.
Según la DSM IV, de la American Psychiatric Association, define
la esquizofrenia como un “trastorno cerebral crónico, que generalmente se
presenta en personas jóvenes y tiene un curso deteriorante. Cuando se encuentra
activa se presenta con síntomas positivos (alucinaciones, delirios,
desorganización conductual, etc.) y síntomas negativos (apatía, abulia,
empobrecimiento afectivo, etc.)”, síntomas que afectan principalmente el
funcionamiento social, laboral y el auto cuidado de la persona, y a su vez las
habilidades sociales las cuales nos permiten interactuar de manera adecuada a
nuestro contexto, y que son uno de los tantos vehículos para la participación
social.
Mediante la
medicalización se disminuyen significativamente los síntomas, pero no el
funcionamiento personal en sí, por lo tanto es fundamental la intervención
de la terapia Ocupacional, ya que permite promover la adquisición de
habilidades sociales, actividades de la vida diaria, entre ellas de auto
cuidado y funciones cognitivas (atención, memoria, entre otras.) para un
desempeño óptimo de la persona, a través de estas estimulantes posiblemente participa la
plasticidad neuronal, donde se puede plantear que existiendo está función en nuestro
cerebro es posible la modificación de los síntomas de la esquizofrenia.
El objetivo
principal de esta revisión bibliográfica es cómo desde la terapia ocupacional
se puede influir en la plasticidad neuronal para poder disminuir el curso
deteriorante y manifestaciones tempranas de la esquizofrenia.
Palabras claves: terapia ocupacional, desempeño ocupacional,
esquizofrenia, plasticidad neuronal, participación social.
autor: Alexandra Alarcón S.M
Estudiante MAGTO 2013.
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