domingo, 23 de diciembre de 2012

Bases neurofisiológicas del fenómeno on-off en la enfermedad de parkinson y su repercusión en las AVD

La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa con causa desconocida caracterizada por la pérdida de neuronas pigmentadas y gliosis principalmente de la sustancia negra. Afecta principalmente el aspecto motor del usuario incluyendo además alteraciones cognitivas y del sueño, entre otras. 
El tratamiento farmacológico, especialmente el uso de levodopa puede implicar complicaciones de tipo motoras, como por ejemplo el fenómeno on-off el cual se encuentra caracterizado por períodos de funcionalismo normal donde se observa episodio de evidente efecto sobre su actividad motora (períodos on) que se alternan bruscamente con períodos de acinesia (pérdida de movimiento) y aumento imprevisible del temblor (períodos off).
En el presente artículo serán descritas las bases neurofisiológicas de dicho fenómeno y como repercute en las Actividades básicas de la vida diaria (AVD-B)  de las personas con Enfermedad de Parkinson. Finalmente se concluirá las consideraciones que se deben tener en cuenta al realizar una intervención de Terapia Ocupacional durante dichos períodos.
Palabras claves: Enfermedad de Parkinson, Fenómeno on-off, AVDb

Danae de la Torre Fuentes y Angélica Ibáñez Ortiz

Plazo de entrega final del trabajo 15 de enero del 2013

"Plazo de entrega final del trabajo 15 de enero del 2013"

Realizar comentarios a 3 trabajos de sus compañeros antes de esta fecha.

Saludos y felices fiestas

Pedro

sábado, 15 de diciembre de 2012


SINDROME FRONTAL INDUCIDO POR NEUROLÉPTICOS Y SU RELACION CON EL DESEMPEÑO OCUPACIONAL.

Es sabido, a través de diversos estudios, que el lóbulo frontal y su corteza organiza la conducta, permite el aprendizaje y planifica soluciones, entre otras funciones, para lograr interacción efectiva en la vida cotidiana, involucrando el desempeño ocupacional de las personas.
Se entiende que el síndrome frontal es un conjunto de síntomas provocados por  disfunciones en estas zonas del cerebro que se asocian a una amplia gama de alteraciones que afectan la memoria de trabajo, análisis conductual, autocontrol, motivación y afectos entre otros.
Bajo este concepto, nos permitimos preguntar ¿Qué pasa con los sujetos que padecen alguna alteración mental?, y ¿qué participación tiene el tratamiento farmacológico en la disfunción de esta zona cerebral?, es por esto, que nuestro interés es abordar el uso de neurolépticos como tratamiento generalizado en salud mental, el cual se ha expandido históricamente en diversas patologías denominadas psiquiátricas, desde la esquizofrenia hasta los trastornos de ánimo, tanto en adultos como en niños, analizando cómo sus efectos influyen en la aparición de este síndrome.
La revisión pretende describir las características del síndrome frontal inducido por neurolépticos, incluyendo además sus bases neurobiológicas y el impacto posible en el desempeño ocupacional de los sujetos bajo este tratamiento farmacológico.
Finalmente, trataremos de establecer una reflexión y plantear una discusión, acerca de los beneficios para los sujetos a quienes se les prescribe neurolépticos y los efectos cerebrales nocivos que puede producir su consumo. Esto además traerá consigo, definir nuevas posiciones éticas en el ejercicio de las disciplinas que se involucran en este ámbito.

Palabras claves: Síndrome Prefrontal, Neurolépticos,  Desempeño Ocupacional

Rodrigo Vera Angulo
Carlos Avilés Gutiérrez 

Déficit del procesamiento sensorial y afectación del desempeño ocupacional en personas  con Síndrome de Asperguer

Resumen 

El síndrome de Asperger, un trastorno del desarrollo de base neurológica, cuya causa, orgánica o genética, todavía no se conoce, se sitúa en el escalón de menor gravedad dentro del espectro autista.
Las personas  se caracteriza por tener disminuida  la interacción social , la comunicación verbal y no verbal, la dificultad para aceptar los cambios, la flexibilidad del pensamiento y la diversidad  de campos de interés  que en general son restringidos. Estas personas suelen ser genios  en habilidades de memoria retención de conceptos, eventos, épocas , formas etc .
Sin embargo  las deficiencias en la interacción social y en el pensamiento causan dificultades permanentes en la vida cotidiana, el no responder de forma adaptativa de no generar las respuestas  esperadas al medio ambiente , ese déficit  de  generar una  coherencia de los sistemas sensoriales ,impactando en  el procesamiento sensorial  provocando frustraciones   a lo largo de las diversas etapas ya que este trastorno sigue un curso  continuo y en la mayor parte de los casos, se prolonga durante toda la vida Así las características del cuadro impactan directamente en  el desempeño ocupacional de los niños, niñas y jóvenes con S.A., especialmente las habilidades sociales, los hábitos y la organización de la rutina diaria se ven interferidas, esto ocasiona un estrés importante en estas personas y sus familias, que evidencian sus problemas especialmente en las exigencias a nivel escolar, en las actividades de tiempo libre y en la participación social con sus pares. 
Palabras claves :  interacción social sistemas sensoriales , desempeño ocupacional , habilidades sociales .

Paulina Castillo Riffo 

Implicancia de la Prisionalización en el Sistema Músculo Esquelético de las Personas Privadas de Libertad.



Autores: Felipe Altamirano - Leonardo Cuevas

Resumen:  

Al hablar de cárcel, es referirse a un sistema que funciona de manera autónoma con sus propias normas, roles, patrones de comportamiento, sistema de códigos de comunicación, estilos de vida, agentes externos destinados al control o vigilancia de la población penal, es lo que las personas que se vinculan de una u otra manera con este sistema llaman, “el código carcelario”. Un concepto a desarrollar es el de Prisionalización, entendiéndose este como aquel proceso que vivencian las personas que se encuentran privadas de libertad, donde suceden modificaciones en sus organismos que no son sólo psíquicas y sociales, sino que también a nivel sensoriomotor. Es por lo que merece mayor atención abordar en el presente documento, la influencia del proceso de Prisionalización y su relación con Trastornos Sensoriomotores, pero principalmente aquellos que se producen en el Sistema Neuro Músculo Esquelético, aquellos dolores musculares o mialgias que experimentan frecuentemente producto de una tensión muscular, provocada por la sobrecarga de los músculos, posturas corporales inadecuadas, una mala alimentación y por el alto nivel de estrés que experimentan los internos durante el proceso de inadaptación social.

Palabras claves: Prisionalización, Trastornos Sensoriomotores y Mialgias.

Introducción.

La prisión es  aquella institución autorizada por el Gobierno, también denominada como cárcel y es aquel lugar donde son encarcelados los presos y forman parte del sistema de justicia de un país o nación. El conjunto de prisiones y la organización respectiva que las administra, es el Sistema Penitenciario.

La cárcel cumple “la función social central en torno a la reproducción y preservación del orden social a través de la penalidad de lo no corporal y la absoluta regulación de la conducta de los reclusos”[1], caracterizada por su alto grado de burocratización,  el desarrollo y uso de técnicas disciplinarias centradas en la vigilancia y el castigo. Según refiere Foucault (2002), la cárcel surgió y se ha desarrollado como una de las principales instituciones de las sociedades modernas, en que cuyo trabajo se ha contextualizado entre los ejes de la dominación y la rehabilitación. La consecuencia principal es el derecho de perder la libertad a través del encarcelamiento, pero si se analiza lo que conlleva esto, se logrará apreciar que se amplía sustancialmente su radio de acción sobre otras dimensiones de la propia persona y sobre su entorno más cercano (físico, social y mental, entre otros).

Al concebir a la prisión como una escuela del crimen Gómez Grillo coincide con Córdova quien asimilando los postulados de la Teoría de la Asociación Diferencial de Sutherland, establece que la conducta delictiva es aprendida. Esto quiere decir que quien no ha recibido una formación delictiva, no inventa la conducta delictiva, pues esta formación se obtiene del contacto directo con otras personas, a través de un proceso de comunicación tanto verbal como a través del ejemplo, en el interior de grupos restringidos de relaciones personales. Se aprenden no sólo las técnicas de infracción, sino también la orientación de motivos y actitudes. Es decir, se deviene criminal o desviado, cuando se está en contacto con modelos criminales o desviados, y ello varía según la frecuencia, duración, intensidad y anterioridad de los modelos conductuales posibles de ser aprendidos.

Según datos de Gendarmería, al 31 de diciembre del 2010, la población penal en este subsistema es de 52.610, de este total el 91,4% corresponde a hombres y el 8,6% a mujeres. Del total de individuos en el subsistema cerrado 40.850 se encuentran cumpliendo una condena, 11.507 están en calidad de imputados, 97 están siendo procesados y 156 corresponden a detenidos. Por último, los 52.610 individuos privados de libertad representan un 48,7% del total de la población penal[2]. Además se considera que entre 1985 y 2005 el crecimiento de la población privada de libertad alcanzó a 232%, según cifras de Gendarmería de Chile[3].

Prisionalización.

En el momento en que una persona es sentenciada por los tribunales de justicia a cumplir condena debido a la acción de un delito, ésta pierde su derecho de permanecer en libertad por lo que debe iniciar reclusión en algún establecimiento penitenciario del país. Esto produce una ruptura de cambio de ecosistema, ya que se deja de habitar un espacio familiar y se pasa a un sistema cerrado, "autosuficiente, incomunicado con otros sistemas, regimentado al milímetro, des responsabilizador y violento"[4].

La cárcel se caracteriza por poseer sus propias normas, diferentes roles, estilos de vida, patrones de comportamientos, códigos de comunicación economía sumergida entre los reclusos. La adaptación conlleva la incorporación paulatina de una nueva forma de vida, aprendizaje de nuevas habilidades de convivencia y de supervivencia, este proceso Goffmann (1974) le denomina  "Prisionalización" y que puede ser efectivo hasta cierto punto para favorecer el desarrollo de resocialización del interno.
En un estudio realizado por Wheeler (1990), referente al proceso de ajuste que sufre la persona al sistema carcelario, afirma se puede establecer una curva en forma de U y que representaría un eje al de adaptación en relación al tiempo de duración de la condena y en otro eje a las normas carcelarias
Al principio y al final de la reclusión –los dos cuernos de la U- la persona se encuentra en la peor predisposición para aceptar el modo de vida del establecimiento penitenciario, mientras que a la mitad del tiempo de detención aquel alcanza la cota más alta de adaptación a dichas normas.

La cárcel, como estructura física, tiene unos límites muy reducidos; pero no olvidemos que existen otros límites también: los establecidos por la normativa penitenciaria. Y estos dos aspectos ejercen una influencia decisiva en el estado de salud preso. La estructura interna de la cárcel cuenta con espacios más amplios o más cerrados y estrictos. Espacios amplios: el patio de los diversos módulos, la sala común, el comedor, el polideportivo o las dependencias dedicadas al trabajo o actividades. Espacios reducidos: la celda, los locutorios o dependencias de comunicaciones y los despachos administrativos. Y cuenta también con otros espacios variables en su tamaño. Pero hay que reseñar que todos estos espacios se reducen aún más en módulos o departamentos determinados, como el de aislamiento: departamento donde se encuentra gran parte del colectivo objeto de este trabajo. Hay que tener en cuenta que las categorías amplio-reducido no tienen el mismo significado según nos refiramos al espacio exterior o al interior de la cárcel. El espacio exterior puede ser ilimitado; en la cárcel, por contra, el espacio siempre es limitado, acotado, reducido a pocos metros cuadrados en comparación con el espacio exterior.

La vida cotidiana la podemos describir como monótona, ya que el desencierro o las horas de patio es entre las 8:30 y las 17:30 horas, el resto de las 16 horas se encuentran en las celdas. Al no existir una oferta programática de actividades (educativas, laborales, deportivas y actividades religiosas) las personas no destinan su tiempo en un hacer productivo, si no que idean acciones que se dirigen a consumo de sustancias, acciones que involucran a la agresión o abuso hacia otro internos y acciones refractarias al sistema carcelario.

Algunas consecuencias en la persona del recluido, tanto más destacables y consolidadas cuanto más inadaptación social hubiera previamente y cuanto más tiempo haya estado privado de libertad. Todas se podrían resumir en la expresión de Valverde: “el preso no sólo vive en la prisión sino que vive la prisión”.

Desproporción reactiva: cuestiones que en otro contexto carecerían de importancia son vivenciadas con una desproporcionada resonancia emocional y cognitiva.

Dualidad adaptativa: o se produce una autoafirmación agresiva –con fuerte hostilidad hacia todo lo que provenga de “la autoridad”- o la sumisión frente a la institución como vía adaptativa. Entre estos dos extremos, oscilan las formas de adaptación del preso a la cárcel (la permanente elección de extremos que caracteriza la vida del inadaptado).

• Presentismo galopante: Si no puede controlar su presente, mucho menos su futuro. Tanto por la extremada primariedad de su comportamiento como por la imprevisible dirección de su vida en la cárcel, se deja llevar por un vivir sólo el presente desde el fatalismo, la ausencia de introspección, planificación y análisis de consecuencias.

Síndrome amotivacional: no se deja interesar por nada, está cerrado a la novedad, cada vez más encapsulado en un mundo interior que trata de defenderse de las emociones con una aparente dureza emocional cerrada a influjos externos. Delega su responsabilidad y creatividad en el entorno institucional del que “depende”.

Baja estima de sí mismo. Impotencia: Sentimiento de inferioridad que le hace situarse con “envidia” agresiva hacia los “pringaos” normalizados. Es difícilmente capaz de definirse desde sus potencialidades, más lo hace desde sus carencias y necesidades[5].


Productos de la Prisionalización y consecuencias a nivel sensoriomotor de las personas.

En el sistema visual, sufre alteraciones debido a que la persona se encuentra expuesta a un campo visual reducido, con contrastes de luz entre los reducidos espacios abiertos y la celda. Además el interno experimenta lo que se conoce como “ceguera de prisión” originada por una constante ruptura del espacio, la existencia de continuos impedimentos a la evasión que impiden la visión a distancia; en el mejor de los casos no le permiten ver más allá de unos centenares de metros. Por otro lado, la carencia de colores hacen de la prisión un lugar poco estimulante y de gran pobreza cromática. Eso explica que uno de sus primeros deseos al salir sea ver distancia y “descansar la vista”.

En el sistema auditivo, por ser un espacio cerrado y en el que conviven una gran cantidad de personas por ende una diversidad de sonidos que retumban en los muros, provoca que exista un aumento del ruido.

En el sistema olfativo y gustativo, se ven afectados, debido a la carencia de olores y sabores mezclado por un olor constante mezcla de todo, desde comida hasta olores personales. El gusto se ve afectado, no sólo porque la comida no sea muy buena, sino por insípida; no se puede hacer comida cuidadosamente para un número elevadísimo de personas y además durante días, meses y años. Igualmente se da pobreza olfativa, con limitación de olores en un internado, unido al olor que desprenden los fuertes desinfectantes que se usan para fregar los suelos.

En ocasiones, se llega a perder la imagen del propio cuerpo, ello inducido por la carencia total de intimidad. Además el preso mide mal las distancias quizá por la confusión entre los límites del propio cuerpo y los del entorno, sobre todo en presos en régimen de estricto aislamiento. Mucho más frecuente es la falta de aseo personal y autocuidados, lo cual se debe, sobre todo, a la falta de motivaciones para asearse, amén de no infrecuentes deficiencias en las instalaciones[6].

Sistema Musculo esquelético.

El sistema musculo esquelético está formado por la unión de los huesos, las articulaciones y los músculos, constituyendo en conjunto el elemento de sostén , protección y movimiento del cuerpo humano , con características anatómicas adaptadas a las funciones que desempeña[7].

Sistema Musculo esquelético y sedentarismo.

Finalmente, también son frecuentes las mialgias y contracturas experimentadas por los internos, las cuales se caracterizan por un dolor muscular el cual a su vez es un término muy amplio y pueden manifestarse como focales o generalizadas, relacionadas o no con la actividad física y pueden aparecer de forma precoz o tardía. El dolor muscular se trasmite a través de las fibras mielinizadas pequeñas y amielínicas que pueden ser activadas por estímulos mecánicos y sustancias endógenas como las bradicininas, la 5-hidroxitriptamina y el potasio1,2, en la etiopatogenia de las mialgias sintomáticas relacionadas con el ejercicio se han implicado factores mecánicos, inflamatorios e isquémico-metabólicos[8].

Por otra parte, un nivel de actividad demasiado bajo puede llevar al deterioro de los músculos, tendones, ligamentos, cartílagos e incluso huesos. Para mantener a estos tejidos en buenas condiciones es necesaria la utilización adecuada del sistema musculosquelético[9].

Lo anterior se relaciona con la gran demanda que se produce en el área de salud del recinto penitenciario Centro de Cumplimiento Penitenciario Bío-Bío, donde ellos reciben atención de profesionales tales como traumatólogos y kinesiólogos. Cabe señalar que el TO no figura en los servicios que entrega el área de salud, es por ello que no es abordable o no se ha generado la necesidad de atender o intervenir esta problemática desde nuestra disciplina.
           

Conclusión.

El funcionamiento que predomina en la prisión al igual que en las instituciones cerradas es a través de la instalación de normas y objetivos. Para aquellos profesionales del área de la salud de las personas que cumplen la labor encaminada a la asistencia integral de las personas privadas de libertad, es preciso que se sitúe a la cárcel dentro de un sistema de control y de regulación de la sociedad con todo que esto acarrea tanto en los social como en lo personal. La profesión de Terapia Ocupacional permite abordar a la personas en estos dos ejes y es por ellos que permite considerar a las personas en todo su conjuntos y aspecto.

El aumento de la población intrapenitenciaria y el restringido número de profesionales que se dedican a la reinserción social, invita a reflexionar sobre la responsabilidad del Estado frente a estas personas.

Actualmente el Estado asume la responsabilidad y la labor de diseñar e implementar en las unidades penales, una amplia gama de intervenciones en lo que se conoce como  “Modelos de Intervención para la reinserción social de los internos en recintos de Gendarmería de Chile” y que involucra a hombres, mujeres, población juvenil y adulta. De esta manera, cada interno/a condenado en algún recinto penal, debiese de acceder a programas de capacitación laboral, desarrollo persona, atención psicosocial, deportivas-cultural, educacional y de salud, entre otros, con el objetivo de atenuar el efecto de Prisionalización y contaminación criminológica que sufre la persona una vez ingresado al recinto penal, produciendo tarde o temprano un deterioro en las diferentes dimensiones tanto al interno como a su familia y cercanos. Cobra relevancia para estos fines, la participación de profesionales de las distintas disciplinas, en especial de los profesores de educación física que por medio de talleres deportivos buscan incentivar el uso provechoso del tiempo libre y desarrollo en el interno de actitudes, valores y pautas de convivencia positivas, a través de la participación en competencias deportivas- recreativas, promover actitudes: como el juego limpio, espíritu de equipo, conocimiento y superación de sí mismo, propender a mejorar la convivencia entre los internos al interior de los módulos con el incremento de la práctica regular del deporte. En lo Ocupacional, el Terapeuta Ocupacional (T.O) se basa en un código ético y en principios filosóficos como la visión holística del ser humano, la convicción de que la persona puede producir cambios en su forma de entender y desempeñar su vida, el entendimiento del ser humano como ocupacional, la utilización de la ocupación como medio y como fin, la importancia de la autonomía en el desempeño de las ocupaciones, etc. La T.O. se basa en la teoría de la ocupación, que entiende a la persona como ser ocupacional en un contexto social, cultural y político. Como derivación de la práctica de T.O. se llega a la ciencia de la ocupación como ciencia social básica.  Por Ocupación se entiende “el grupo de actividades y tareas de cada día, las cuales son determinadas y organizadas. El valor y el significado que adquieren viene dado por el individuo y su cultura” (Asociación Canadiense de T.O.), añadiendo también que “son todas las cosas que la gente hace para ocuparse, incluyendo cuidar de sí mismo, disfrutar de su tiempo libre y contribuir para la construcción social y económica de su comunidad”. Como profesión ha desarrollado una serie de modelos teórico y marcos referenciales en los que dan diferentes explicaciones de la forma de aplicar dicha disciplina en el trabajo terapéutico con el sujeto (Modelo Canadiense, Modelo de Ocupación Humana, Modelo de Actividades Adaptativas de Mosey, Modelo de adaptación a través de la Ocupación de Reed). Por lo que a través de la participación de actividades productivas (educacional-trabajo), talleres de cuidado personal y actividades de Juego-Ocio, busca fomentar y potenciar destrezas personales para una mejor adecuación a la actividad socio ocupacional, generar rutinas de actividades saludables que permitan disminuir los niveles de prisionalización de la población penal, y además para que los internos/as redefinan y reorienten como opción en su proyecto de vida en libertad el incorporarse en un puesto de trabajo.



[1] M. Foucault (2002). Vigilar y castigar. Nacimiento de la Prisión. Siglo XXI Editores, Buenos Aires, Argentina.
[2] Gendarmería de Chile: “Compendios Estadísticos 2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010 ”
[3] Gendarmería de Chile (2005). Compendio Estadístico 2005.
[4] Goffmann, E., “Internados”, Amorrortu, Buenos Aires. 1984.
[5] SEGOVIA, J.L. Consecuencias de la Prisionalización. Universidad  Pontificia de Salamanca. 1995.
[6] Pinto Quintanilla, J.C: Cárceles Y Famla: La Experiencia Del Penal De Cochabamba, La Paz, Diakonia, 1999.


 

viernes, 14 de diciembre de 2012

Etapas de la Enfermedad de Alzheimer (EA) en el Adulto Mayor y sus repercusiones en la vida diaria



Etapas de la Enfermedad de Alzheimer (EA) en el Adulto Mayor y sus repercusiones en la vida diaria
La enfermedad de Alzheimer  es la principal causa de  demencia entre los adultos mayores. Sus causas aún son desconocidas, lo que se traduce en que el tratamiento farmacológico no es significativo, inclusive puede ser perjudicial, generando mejores resultados el tratamiento no farmacológico el cual debe ser adecuado a las necesidades y problemas de cada sujeto.
Entendiendo la EA como un síndrome que afecta el SNC, de carácter neurodegenerativo progresivo y multisistémico, con características clínicas y patológicas diversas que se perciben en el transcurso de la enfermedad, donde existen diversos cambios neuroplásticos negativos, que generan deterioro de las funciones neuronales y las capacidades cerebrales.
Los síntomas cognitivos, conductuales  y repercusiones sociales,  generan alteraciones significativas en el desempeño ocupacional del AM que afectan directamente la independencia y autonomía, y las relaciones sociales,  lo que conlleva, hacia una disminución progresiva de las capacidades del sujeto para realizar las actividades cotidianas.
El presente artículo, busca establecer una relación entre las diferentes etapas clínicas de la enfermedad de Alzheimer y sus consecuencias a nivel funcional en el sujeto que presenta dicho síndrome, para lo cual se analizara la disfunción que se presenta en las diferentes áreas cerebrales, y las afecciones que se generan a nivel cognitivo, intelectual, social, emocional y conductual. Que  repercuten directamente en el desempeño ocupacional,  generando un deterioro progresivo de las funciones globales en el ser humano.


Palabras Claves: Enfermedad de Alzheimer, Desempeño Ocupacional, Adulto Mayor

Valesca Gallegos Villagrán


Materiales y Métodos

Se utilizaron libros de Terapia Ocupacional, se realizo recopilación de artículos de internet a través de buscadores  Revista scielo, utilizando palabras como enfermedad de alzheimer, bases neurológicas de alzheimer, tratamiento no farmacológico en Alzheimer, estimulación cognitiva en demencia tipo alzheimer, neuroplasticidad y alzheimer. Se limito la búsqueda  excluyendo los documentos anteriores al año 2000.

Introducción
Aunque se han descrito casos de EA en sujetos de hasta 40 años, es lejos mucho más común después de los 60 años, y es muchísimo más frecuente después de los 80 años. Se sabe que la prevalencia de EA se duplica cada 5 años, después de los 60 años. Es así como la prevalencia de EA es de 1% en el grupo de 60- 65 años, de 2% en el grupo de 65- 70 años, de 4% en aquellos entre 75 y 80 años, de 16% en aquellos entre 80 y 85 años, y de más de 30-40% en aquellos de 85 años y más.(1)  
Cada sujeto vive este síndrome de manera diferente, existiendo diferencias en la edad de comienzo, en el patrón del deterioro cognitivo y en el curso de esta enfermedad (2). Sin embargo existen  3 etapas o estadios clínicos en el progreso del Alzheimer. La primera llamada fase inicial, la segunda moderada y la tercera avanzada, en cada una de ellas existen diversos patrones de alteración y deterioro que van mostrando el episodio clínico de este síndrome, asociado a patrones neurológico, que tienen consecuencias a nivel funcional en el sujeto, entre estos están los síntomas cognitivos (memoria, afasia, apraxia, agnosias) y Síntomas conductuales y Psíquicos: (delirios, alucinaciones, falsos reconocimientos e identificaciones, depresión, cambios d personalidad, trastornos de la actividad, trastornos del sueño, trastornos del comportamiento).
Desde la terapia Ocupacional es posible contribuir en cada una de estas etapas, por lo tanto relacionaremos nuestro quehacer como TOs  con algunas técnicas de intervención cognitiva y conductual asociada a favorecer el funcionamiento y desempeño en la vida diaria.  Basado en la neuroplasticidad como respuesta que da el cerebro para adaptarse a las demandas y restablecer el desequilibrio secundario a una lesión cerebral. Sin dejar de lado orientaciones y el trabajo junto a familia y cuidadores, a quienes repercute considerablemente las consecuencias de este síndrome. Considerando al cuidador como la persona que de forma cotidiana se hace cargo de las necesidades básicas y psicosociales del enfermo o lo supervisa en su domicilio en su vida diaria. Además, estas personas en muchas ocasiones tienen que interrumpir su ritmo habitual y limitar su vida social, lo que trae con el tiempo una repercusión negativa en su salud desde todos los órdenes (3)

Desarrollo

I.              Alzheimer
Hay muchas definiciones de Enfermedad de Alzheimer (EA), la mayoría habla de un trastorno neurodegenerativo que afecta el sistema nervioso central SNC, caracterizada por una disminución progresiva de la función conductual y neural, que a menudo se manifiestan a través de un proceso patogénico en un ciclo de mala adaptación (4); de carácter irreversible progresivo que provoca deterioro de memoria, pensamiento y conducta, dificulta los nuevos aprendizajes, el recuerdo eficiente y la capacidad para comunicar y razonar. La demencia de Alzheimer constituye el tipo más frecuente de demencia (50 - 70% de las demencias). Dadas las tendencias demográficas actuales, ha sido denominada "la epidemia del siglo", por consiguiente se encuentra entre las seis afecciones incluidas por la Organización Mundial de la Salud como una prioridad en relación con la Salud Mental (3).
Constituyendo un serio problema de salud pública por ser una enfermedad de alto costo económico y social, por lo difícil y tardío de su diagnóstico y por su curso progresivo e invalidante (5). El alto costo indirecto se explica, entre otro, por las repercusiones del cuidado de un paciente con demencia sobre el núcleo familiar (6).
Un 62% de los pacientes con Alzheimer viven con un cuidador y 93% de estos son miembros de la familia de la persona con Alzheimer. Los cuidadores están, en promedio, 5 años a cargo de un paciente con demencia, afectando la capacidad laboral en el 26 % de los cuidadores que debe abandonar su trabajo para hacerse cargo de un paciente con demencia. Asimismo el 46% se insertaría en el mundo laboral si no tuviese la obligación del cuidado del paciente con demencia. (Budnich et al, 2008). Los cuidadores familiares presentan además múltiples problemas de salud: 62,5% de los cuidadores presenta (6).
La demencia tipo Alzheimer es la causa más frecuente de demencia senil en el mundo que destruye lentamente la memoria, el pensamiento, el lenguaje y, con el tiempo, incluso la capacidad de llevar a cabo las tareas más simples de la vida cotidiana.

II.            Características Patológicas de la EA
Los mecanismos patológicos involucrados consideran las diversas acciones del beta-amiloide, Las placas de amiloide que contienen productos del procesamiento de la proteína precursora del amiloide (APP del inglés “amyloid precursor protein”), que tienden a agregarse formando sábanas beta-plegada, que son tóxicas. Todavía no está claro el mecanismo mediante el cual el beta-amiloide produce daño celular. Inflamación y daño oxidativo neuronal , la generación de radicales aumenta, como en procesos inflamatorios; el estrés oxidativo parece jugar un papel importante en la EA aunque aún se discute si es un mecanismo causal o sólo estaría envuelto en la propagación del daño
Alteraciones de la proteína tau (estabiliza los microtúbulos, siendo esencial para el transporte axonal y por ende, para la función neuronal) y la formación de ovillos neurofibrilares (fragmentos enrollados de proteína que obstruyen el interior de las neuronas), defectos sinápticos y depleción de neurotransmisores (7)
La destrucción de células nerviosas o neuronas, va disminuyendo los neurotransmisores (sustancia secretada por una neurona para enviar los mensajes a otra neurona), siendo perjudicial, ya que las neuronas sanas comienzan a perder su habilidad de comunicarse entre sí y finalmente mueren. Este proceso se expande al hipocampo, parte esencial del cerebro en la formación de recuerdos.
Las regiones afectadas del cerebro se empiezan a encoger al aumentar el número de neuronas muertas (8)  
El curso natural de Alzheimer está muy relacionado con cambios histopatológicos y neuropatológicos, pese a que dos personas pueden tener la misma cantidad de afectaciones histopatológicas de la EA, pero una de ellas puede mostrarse mucho mas demenciada que la otra. Esta diferencia se puede explicar teniendo en cuenta el concepto de reserva Cerebral o Reserva cognitiva (2)

III.           Neuroplasticidad
La neuroplasticidad puede ser ampliamente definida como la capacidad del sistema nervioso para responder a estímulos intrínsecos y extrínsecos por reorganización de su estructura, función y conexiones; puede ocurrir durante el desarrollo, en respuesta al medio ambiente, en apoyo de aprendizaje, en respuesta a la enfermedad, o en relación a la terapia. Dicha plasticidad puede ser vista como adaptativa cuando se asocia con un aumento en la función o como mala adaptación cuando se asocia con consecuencias negativas, tales como pérdida de función o lesión mayor (4) Esta es universal y se mantiene durante toda la vida: puede producir afectaciones y mejorías, y se relaciona en el tiempo con alteraciones o cambios de diferentes índoles que se producen en el Sistema Nervioso (2).
La regeneración, formación de colaterales axonicas y de nuevas sinapsis, constituye la base de la reorganización y recuperación de funciones perdidas por daño a las neuronas (9). La modificación de las capacidades funcionales de sinapsis existentes puede contribuir a la compensación funcional a expensas de sinapsis poco activas o silentes que está en la base de lo que se ha llamado plasticidad conductual. Estos cambios de conectividad sináptica también se consideran hoy en día fundamentos fisiológicos de los procesos de aprendizaje y memoria.
La Reserva Cerebral, puede ser el resultado de una habilidad innata o de los efectos de las experiencias vividas, tales como la educación o la ocupación laboral (Manly, Touradji Tang y Stern, 2003). Siguiendo esta línea, la reserva cognitiva se considera como un mecanismo activo basado en la aplicación de los recursos aprendidos gracias a una buena educación, profesión o inteligencia premórbida. La idea es que el cerebro intenta compensar activamente a la histopatología. Las personas pueden por ejemplo, compensarse mejor mediante la utilización de redes cerebrales alternativas o más eficientes, pudiendo funcionar con mas normalidad pese a su afectación o daño histológico (2).
Los mecanismos de neuroplasticidad, que conducen a la recuperación por lesión del SNC, también se benefician de ambientes enriquecidos (10). La combinación de actividad física y estimulación sensorial y motora específica sigue pareciendo la más eficaz para la inducción de procesos de remodelación neuroplástica del cerebro dañado (11).
La utilización en la práctica clínica de modelos de estimulación requiere, sin embargo, un mayor conocimiento de los mejores patrones de estimulación ya que comienza a comprenderse que ligeros cambios en el modo de estimulación y el modo de vida pueden tener efectos muy diferentes en los procesos de plasticidad (11)
Otra perspectiva de la neuroplasticidad con enfermedades degenerativas es que, con el aumento de la patología con el tiempo, los mecanismos compensatorios pueden fallar a través de efectos sobre poblaciones neuronales vulnerables, desestabilizando con ello las redes (4)

IV.          Cambios cerebrales en la EA (12)
La corteza cerebral se encoje y los ventrículos se agrandan (espacios llenos de liquido cefalorraquídeo).
Se dañan gran cantidad de áreas del cerebro, destacándose:
El lóbulo frontal, encargado de las funciones cognitivas y ejecutivas como la atención, planificación, memoria de trabajo, flexibilidad, secuenciación, monitorización e inhibición de conductas.
El lóbulo temporal, que es el encargado del procesamiento de la información auditiva y desempeña un papel importante en las tareas visuales complejas. Además contribuye al equilibro y es una estructura fundamental en la regulación de la ansiedad, el placer y la ira.
En su parte medial, se ubican estructuras relacionadas a la memoria como la región hipocampal. Entre las más afectadas se encuentran:
El hipocampo, estructura fundamental en los diferentes tipos de memorias explícitas e implícitas que además tiene un papel importante en la formación de nuevos recuerdos y en los acontecimientos experimentados tanto episódicos como autobiográficos.
La corteza entorrinal, que su función es la de actuar como centro de relevo o redistribución de información desde y hacia el hipocampo.

V.            Diagnostico de Demencia
Para el diagnostico de Demencia se utilizan los criterios de la Clasificacion Internacional de Enfermedades CIE-10; El manual diagnostico estadístico de los trastornos mentales DSM-IV (6) y más específicamente los criterios NINCDS-ADRDA para el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer (13)

VI.          Características clínicas
La EA clínicamente se expresa como una demencia de comienzo insidioso y lentamente progresiva, que habitualmente se inicia con fallas de la memoria reciente y acaba con un daño cerebral grave que termina con la persona postrada en cama, totalmente dependiente (14) .
El curso de la enfermedad varía de una persona a otra, como media se podría decir que las personas con EA viven unos 8-10 años tras el diagnóstico, aunque en algunas ocasiones los pacientes pueden sobrevivir hasta 20 años después del diagnóstico. Se desconocen los motivos de estas diferencias (15). Se ha visto personas que fallecen postrados antes de 4 años del inicio de la enfermedad, y otros que sobreviven más de 12 o 15 años.
Los déficit de memoria son más graves en desviaciones patológicas del proceso de envejecimiento, como la demencia de Alzheimer. Las causas de la enfermedad no son conocidas, como tampoco sus consecuencias funcionales, pero entre las hipótesis emitidas algunas atribuyen el deterioro cognitivo a una pérdida de la plasticidad (16).
La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por una pérdida de la capacidad intelectual, el mayor problema lo constituyen las dificultades de memoria, siendo la memoria episódica la primera en declinar. Posteriormente, van surgiendo dificultades para tomar decisiones, desarrollar razonamientos complejos y, finalmente, se afecta la esfera ocupacional más básica (17)
Los rasgos clínicos de la EA se centran en alteraciones en tres ámbitos: cognitivo, funcional y psicológicos y del comportamiento (18). 

VII.         Etapas o Estadios de la EA 
Etapa Inicial (duración 2-4 años)
Aparece pérdida de la memoria episódica reciente, en el recuerdo y reconocimiento; se observa falla en la adquisición de nuevos conocimientos (sobre todo de conversaciones recientes y eventos) y alteración de la memoria remota (sucesos históricos o biográficos) memoria semántica (enumerar animales en 60 segundos)
Un examen sistemático demuestra que también hay fallas de la atención-concentración (inversión de series, retención de cifras) aprendizaje procedural (que habitualmente no evaluamos) y de la capacidad ejecutiva o de juicio.
Aparece problemas en la praxis constructiva
Se compromete la habilidad de organización visuoespacial, como consecuencia de lesiones en la corteza asociativa visual (Lóbulo occipital, lóbulo parietal y zonas colindantes)hay falla en la copia de figuras complejas; dificultades en la orientación temporal y espacial con tendencia a perderse en ambientes poco familiares o relativamente conocidos
El lenguaje es pobre, vacío; menor fluidez verbal, generan pocas palabras en la lista de palabras, hay una anomia leve, y aparición de circunloquios  Preguntas repetidas, algunos problemas para expresar y comprender el lenguaje. En esta primera etapa pueden existir trastornos del discurso: imprecisión o perseverancia en el contenido, faltas de coherencia, dificultades en la comprensión de discursos de cierta complejidad, discreta anomia (trastorno caracterizado por la dificultad para recuperar las palabras al hablar) que se confunde con la amnesia
Cambia la personalidad, aparece indiferencia, pérdida de iniciativa y falta de interés. Puede aparecer una leve depresión y/o ansiedad. La depresión y la apatía pueden ocurrir, acompañado por cambios de humor. Tienden a aislarse y evitar a la gente. Toman decisiones equivocadas.
Aparece dificultad para administrar el dinero y pagar las cuentas. Hay mayor demora en las tareas rutinarias. Necesita recordatorios para las actividades diarias, y pueden tener dificultades para conducir.
El sistema motor se mantiene normal. Problemas leves de coordinación: la escritura y el uso de objetos se hace difícil.
Es relativamente frecuente que la persona oculte sus déficit.
Electroencefalograma (EEG), Scanner cerebral y Resonancia Nuclear Magnética de cerebro no muestran alteraciones (17, 1, 19, 20, 21, 22)
También destacan los conflictos de distintos tipos. Antes de formularse el diagnóstico el paciente comienza a cometer errores y es criticado por sus familiares o compañeros de trabajo. Frente a esas críticas algunos pacientes se angustian o deprimen (20).
Etapa Intermedia (dura 2-10 años)
En esta etapa se producen importantes alteraciones de la función cerebral con aparición de síntomas más preocupantes o que llaman más la atención (20).
Aparecen trastornos en la memoria a corto plazo y memoria semántica Tanto la memoria reciente como la remota están severamente alteradas. Ellos olvidan los acontecimientos recientes y su historia personal, y cada vez son más desorientados y desconectados de la realidad generando incapacidad para reconocer amigos y familiares Memorias de un pasado lejano puede ser confusas con el presente, y afectan la capacidad de la persona para comprender la situación actual, fecha y hora.
La construcción visuoespacial es muy pobre, hay desorientación espacial y se pierden con facilidad. Hay confusión. Tienden a la repetición de frases, y hay dificultad para reconocer a amigos íntimos.
Respecto al lenguaje, hay una afasia fluida caracterizada por un lenguaje vacío, pobre nominación (no encuentran las palabras adecuadas) y déficit en la comprensión. Se mantiene preservada la repetición. Aparece acalculia. Hay dificultad para leer o escribir y el individuo puede inventar palabras. Hay mayor distractabilidad que afecta a la memoria de trabajo y problemas en las funciones ejecutivas propias del lóbulo frontal
En esta segunda etapa se agregan apraxias y elementos del síndrome de Gerstmann (alteraciones en la capacidad de expresar ideas por la escritura (agrafia), incapacidad para contar y realizar operaciones aritméticas sencillas (acalculia), imposibilidad de reconocer los dedos de la mano (agnosia digital) y desorientación derecha-izquierda).
La movilidad y la coordinación se ve afectada por la lentitud y rigidez En el sistema motor aparece vagabundeo, intranquilidad. Hay impulsividad; dificultad para vestirse, rechazo al baño. tienen más dificultad para comer, vestirse y asearse.
Respecto a la personalidad, hay indiferencia y ocasionalmente hay irritabilidad, se observan cambios en el estado de ánimo y el comportamiento, que puede ser agravada por el estrés y el cambio (depresivos, inquietos, apáticos y aislados) Pueden aparecer alteraciones psiquiátricas tales como delusiones y agitación. Puede experimentar alucinaciones, delirios, agresividad y comportamiento desinhibido, no es raro que crean escuchar o ver cosas que no existen.
En el EEG hay un enlentecimiento basal.
Scanner cerebral / RNM son normales o aparece atrofia cerebral.
PET/ SPECT : hay hipoperfusión/ hipometabolismo bilateral posterior.
En esta etapa la persona con EA requiere supervisión. Los individuos pueden todavía realizar tareas simples independientemente, pero pueden necesitar la ayuda con actividades más complicadas. Ellos ya no pueden estar seguros solos. (17, 1, 19, 20, 21, 22)
Tercera etapa o etapa Final (duración de 1 a 3 años)
Los síntomas cerebrales se agravan, En esta fase, el cerebro se ha encogido considerablemente.
Se presenta una amplia y marcada afectación de todas y cada una de las facultades intelectuales las que se observan severamente deterioradas. No reconocen a su propia familia o a su imagen en el espejo. Se observa confundido sobre el pasado y el presente No pueden comunicarse. Pérdida de la capacidad de recordar, comunicar, o proceso de información. Generalmente incapacitado con grave a la pérdida total de las habilidades verbales.
Hay un gran déficit en las AVD básicas  (apraxia del vestir); se desarrolla incontinencia y suelen confundir el día y la noche, puede haber agnosias importantes, como prosopagnosia y agnosias para los objetos y también apraxias ideomotrices.
En el lenguaje aparece ecolalia, palilalia. En esta etapa pierden el contacto con el medio exterior y no pueden comunicarse ni responder a los estímulos externos.
La personalidad que siempre acompañó a la persona, desaparece por completo. Mostrándose profundamente apáticos; a veces tienen comportamientos desinhibidos o agresivos o pasivos.
La persona con AE es dependiente para todas las tareas básicas de la vida, precisa que le den de comer, que le limpien, que le muevan. Además presentan una cierta pérdida de respuesta al dolor.
La alteración del patrón vigilia sueño se da en muchos enfermos de forma que no duermen por la noche y tienen periodos de agitación durante estas horas, y se pasan durmiendo todo el día.
En el sistema motor destaca rigidez de las extremidades y postura en flexión. La pérdida de la marcha se instala en forma insidiosa, acentuándose la rigidez muscular así como la resistencia al cambio postural; pueden aparecer temblores y hasta crisis epilépticas.
Inmovilidad y riesgo de escaras e infecciones cutáneas. Hay dificultad en la deglución y frecuentes aspiraciones. Incontinencia urinaria y fecal. Pérdida de peso. En la mayoría de los casos el paciente finaliza encamado, con alimentación asistida
En esta etapa, la persona necesitará una asistencia permanente, intensiva y cuidados. Las personas con EA suelen morir por infecciones en las vías respiratorias, neumonía, infecciones urinarias o de la piel por escaras u otro tipo de complicación.
El EEG muestra enlentecimiento difuso.
Scanner/ RNM- atrofia cerebral
PET/ SPECT- hipometabolismo/ hipoperfusión bilateral posterior y anterior (17, 1, 19, 20, 21, 22)

VIII.        Terapia Ocupacional y Desempeño Ocupacional en la EA

La terapia Ocupacional como disciplina, introduce la atención en el desempeño ocupacional, en mantener y promover la independencia y autonomía de los adultos mayores que presentan alguna alteración  o disminución de la capacidad para realizar sus AVD y participar socialmente activos en la sociedad. Como terapeutas ocupacionales trabajamos con la intención de optimizar, mantener, favorecer y promover Desempeño ocupacional: capacidad de elegir organizar, y desempeñar de manera satisfactoria ocupaciones significativas definidas por la cultura y adecuadas a la edad para el auto cuidado, el disfrute de la vida y para contribuir con el entramado social y económico de la comunidad (23).
Una creencia básica de nuestra disciplina mantiene que cuando nos implicamos y comprometemos en ocupaciones nuestra experiencia vital se enriquece. En la medida en que tal empeño vehicula o promueve la autonomía y el desarrollo personal, las relaciones sociales, los lazos afectivos y el sentimiento de pertenencia a una cultura, aumenta nuestro bienestar y calidad de vida y, en último término, nuestro estado de salud (24).
Por ello, cuando se plantea una línea de intervención terapéutica individualizada, se refiere a una actuación a múltiples niveles y facetas del individuo, familia, entorno. Todos sabemos que no existe un tratamiento curativo para la demencia senil tipo Alzheimer, pero sí existe un tratamiento paliativo de los síntomas (farmacológico) y también un tratamiento de las discapacidades que conlleva.
Las actividades de la vida diaria comprenden todo el rango de actividades que desempeña un individuo, sea cual sea su condición, y que están dedicadas al trabajo, al auto cuidado y a la integración de la persona en una comunidad (núcleo social).
Desde la perspectiva rehabilitadora de la Terapia Ocupacional se busca mantener al máximo posible la autonomía en las AVD, este es nuestro objetivo. Es primordial disminuir la  evolución de la discapacidad y mejorar la calidad de vida del enfermo y de su familia. Esto no se podría conseguir sin un enfoque integral del individuo que permita abordar la compleja problemática de los enfermos de EA desde el plano psíquico, físico y social (25). Para lo cual, es necesario trabajar las capacidades sensoriales, perceptivas cognitivas y motrices; compensación de los déficit,  reducción de los síntomas conductuales y facilitación de relaciones sociales de apoyo que dan con los demás y con uno mismo; modificando las estrategias de intervención de acuerdo con el aumento de la gravedad de las deficiencias.
La clave de la intervención se fundamenta en cinco premisas esenciales: formulación detallada de la si­tuación clínica; estar al corriente de la medicación utilizada; comprensión de la situación social; conoci­miento de los fundamentos de las técnicas aplicadas y, por último, trabajo en equipo.

La contribución del terapeuta ocupacional al cui­dado de la persona que sufre una demencia senil se centra en la utilización y potenciación de aquellas ha­bilidades que aún permanecen intactas. Las observa­ciones y las valoraciones se llevan a cabo para verificar los puntos fuertes y desvelar las áreas de dificultad que presenta el enfermo.

Las actividades, base funda­mental de la terapia ocupacional, se analizan con el fin de ajustarías a las capacidades de la persona dentro de su rutina diaria, de sus intereses y de sus interacciones sociales. En caso de necesidad se realizan también las adaptaciones adecuadas del entorno para posibilitar al enfermo la realización y/o el control de sus activida­des cotidianas. Con el mismo fin, se adaptará o modi­ficará la forma de realizar dichas actividades.

Las estrategias terapéuticas se dirigen a la estimulación cognitiva y funcional encaminada a retardar la dependencia, así como al tratamiento de las complicaciones médicas y psiquiátricas (26).


IX.          Terapia de estimulación Cognitiva

La terapia de estimulación cognitiva es una estrategia de apoyo, orientación funcional destinada a permitir a las personas con demencia leve a moderada mantener una participación significativa en sus vidas y su entorno, facilitando el retardo de progresivos deterioros cognitivos.
Los Terapeutas Ocupacionales son muy adecuados para implementar los talleres de TEC, ya que es congruente con los valores y objetivos importantes para la profesión. Entre los objetivos terapéuticos, como favorecer las relaciones sociales, reducir la angustia del cuidador y apoyar las necesidades únicas de las personas con demencia leve a moderada, entre otras. (18)
La terapia de estimulación cognitiva proporciona una base útil para los terapeutas ocupacionales para crear programas multidimensionales de las personas con demencia leve a moderada. Siendo relevante para la terapia ocupacional, ya que se basa en fundamentos que son importantes para la actividad profesional, incluso centrados en el cliente, análisis de la actividad, las actividades de clasificación y participación ocupacional significativa (Salmon, 2006).
Los programas de estimulación cognitiva se esfuerzan hacia la optimización de la función cognitiva en un contexto de orientación social a través de un enfoque integrador e inclusivo. Para ello resulta fundamental el reconocimiento de que las funciones cognitivas globales y específicas están relacionadas con otros aspectos funcionales importantes, como la participación en las actividades diarias, las relaciones interpersonales y la calidad de vida en general
Un ensayo controlado aleatorio (ECA) encontró sesiones de terapia ocupacional de la comunidad que incluyeron intervenciones cognitivas y conductuales para los individuos con demencia leve a moderada que se asocia con un mejor funcionamiento en las actividades diarias, la carga del cuidador reducida y un tamaño mayor efecto en comparación con los ensayos de medicamentos u otros intervenciones psicosociales (Graff et al., 2006).(18)
Existen diversos métodos de intervención cognitiva conocidos en la EA cuyo principal objeto sería el de rehabilitar las funciones cognitivas, modificarlas y/o perseguir una mejor adaptación de la conducta al medio. Entre ellas se encuentra: Orientación a la realidad, terapia de  Reminicencia, programas de estimulación Cognitiva, modificación Ambiental, técnicas de comunicación y terapia de validación, musicoterapia E e intervenciones psicosociales dirigidas a los cuidadores (27)

X.            Familia y EA
Esta enfermedad provoca alteraciones no sólo en el enfermo sino también en la familia ya que su aparición demanda de una redistribución de los roles familiares y genera un elevado estrés por las múltiples manifestaciones conductuales y el desconocimiento del proceso que las ocasiona, entre otros factores (5). En la última etapa desde la terapia Ocupacional el enfoque es hacia los cuidados paliativos; lo fundamental es educar y brindar apoyo a  la familia y cuidador sugiriendo estrategias así como apoyando el bienestar emocional, mental y espiritual.
Es evidente que una enfermedad tan incapacitante y con una expresión comportamental como la de Alzheimer supone un impacto familiar grave, con aparición de conflictos y  necesidad de soporte. El entorno familiar será también un objetivo del tratamiento (26).

Conclusión

En la enfermedad de alzheimer el deterioro progresivo es tal que además de la condición de adulto mayor se suma la demencia degenerativa que disminuyen e incapacita el desempeño de las ocupaciones significativas que tuvo el sujeto. Además el contexto sociocultural genera riesgo y restringe la participación social, aumentando el riego de diversos tipos de maltratos que ocurren en nuestra sociedad por parte de familia, cuidadores y sociedad.
El manejo conductual, entendido como el conjunto de acciones terapéuticas necesarias, orientadas a la modificación de conductas desadaptativas o socialmente no adecuadas, es fundamental dentro de los estados clínicos que presenta la persona con EA, donde como Terapeuta Ocupacionales debemos enfocar en gran medida estrategias favorables.
El ambiente además puede ser una herramienta terapéutica útil si sabemos utilizarlo en beneficio de los adultos mayores.
En el ámbito nacional si bien se han experimentado avances en cuanto a la oferta de prestaciones en servicios de salud a personas afectadas por algún tipo de demencia, tanto en el ámbito público como privado, desde el punto de vista jurídico no encontramos normas que en específico aborden esta situación, por cuanto nuestra legislación civil data del siglo XIX y en términos generales la normativa aborda el problema sin hacer distinciones a las específicas situaciones que se presentan en torno a las personas mayores afectadas con algún tipo de deterioro cognitivo (6).
Por lo tanto todos los esfuerzos para intentar brindar apoyo a las personas con EA y sus familias son necesarios en una sociedad que estigmatiza la vejez y por consiguente este tipo de demencia; aunque creo, aun queda mucho por incursionar, principalmente si consideramos que además de todo lo mencionado con anterioridad, también es y debiera ser posible establecer un enfoque comunitario desde una intervención social donde se transforme la mirada del los adultos mayores y de aquellos adultos mayores que además presentan alzheimer; acogerlos en la sociedad, que se sientan participes y no excluidos, valer sus derechos, no aislarlos en sus hogares o instituciones, quizás de este modo también sería posible disminuir el gran impacto y carga hacia los cuidadores, familia y personas con EA.


 


Referencias Bibliográficas


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(11). Bergado Rosado J.A., Almaguer Melian W. “Mecanismos celulares de la neuroplasticidad”. p. 1087 Disponible URL: http://www.psicopedagogiaweb.com.ar/documentos/neuroplasticidad.pdf


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(23) (law y cool 1997p30) Fundamentos Conceptuales (11)Kielhofner G, FUNDAMENTOS conceptuales de la Terapia Ocupacional. 3° ed. Buenos Aires, Argentina; editorial médica panamericana; 2006. p. 96. 


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