viernes, 14 de diciembre de 2012

Accidente vascular encefalico, Demencia vascular y desempeño ocupacional




RESUMEN
Las enfermedades cardiovasculares  producen graves secuelas,  que repercuten  en el ámbito social, físico, cognitivo, emocional de la persona que lo sufre, y se  refleja  en la dificultad del sujeto  para realizar sus actividades cotidianas.
 El Accidente Vascular Encefálico (AVE)  constituye una patología que genera gran discapacidad tanto física como cognitiva.  Alrededor del 15 a 30 %  de los usuarios que lo  sufren resulta con un deterioro funcional severo a largo plazo, lo cual genera un alto grado de dependencia. (1)
Los AVE pueden provocar una serie de manifestaciones neuropsiquiatrías, entre ellas un  cuadro de demencia característico  tras  la  muerte  celular,  por  isquemia  o hemorragia. La aparición de demencia después de un episodio de infarto cerebral es rara, pero  es común tras infartos múltiples.
En el grupo de las demencias, la de causa vascular es la segunda en importancia, después de la enfermedad de Alzheimer, y su identificación, a pesar de que se han creado criterios diagnósticos, todavía ofrece dificultades por las diferentes formas de presentación, cuadro clínico y mecanismos fisiopatológicos. (2)
El propósito de esta revisión   es determinar cuáles son las repercusiones de AVE en el Desempeño Ocupacional de los adultos mayores  ,  sus familias y/o cuidadores,  de acuerdo a la búsqueda de publicaciones  académica con respecto a las manifestaciones neuropsiquiatrías  presentadas en usuarios que han sufrido  AVE centrando la atención en los procesos de demencia vascular producto del stroke  y a la ves determinar  como la Terapia Ocupacional puede intervenir de manera óptima para  mejorar la calidad de vida de los usuarios y sus familias.
Palabras claves: demencia vascular, accidente vascular encefálico, desempeño ocupacional.






INTRODUCCIÓN
La Organización Mundial de la Salud (OMS) describió el envejecimiento como  un  cambio demográfico  asociado a un gran desafío social y económico que enfrenta la humanidad.
El  cambio demográfico hacia el envejecimiento conlleva múltiples repercusiones sanitarias y socioeconómicas. Se vincula a un cambio en el perfil epidemiológico aumentando  la  frecuencia  de  enfermedades  crónicas  no  transmisibles  y  la prevalencia  de  discapacidad. (3)
En  las  últimas  décadas  la  población  mundial ha  envejecido  progresivamente.   En nuestro país, las personas  mayores de 60 años constituyen más de un  10% de la población y las proyecciones indican  que  en  pocos  años  este  porcentaje  se acercará  al  20%,  cifra  similar  a  la  de  países desarrollados.  Esta  transición  demográfica  ha modificado la frecuencia  de las enfermedades y causas de mortalidad, con un aumento significativo de las de tipo degenerativo y cardiovasculares.
Anteriormente, las estrategias de promoción   de  la  salud y prevención de enfermedades habían puesto sus esfuerzos en prevenir la mortalidad a causa de  patologías   materno-infantiles  y  en  las  enfermedades infectocontagiosas.  Sin  embargo,  debido al   cambio  demográfico   ocurrido en  los  últimos  años  las  enfermedades  crónicas  no transmisibles  se convierten en una gran prioridad para el país.
Las  principales  causas  de  mortalidad  en  los  adultos  mayores  sin duda  son  las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.(4)
Los  accidentes vasculares  encefálicos  (AVE) son la segunda enfermedad cardiovascular  más  frecuente  y  constituyen  la  tercera causa de muerte a nivel mundial y la primera causa de discapacidad  en países desarrollados. Su prevalencia  aumenta  desde  5,9%  entre  los 65-75  años  a  12%  en  los  mayores  de  75 años.
Los AVE en general, se acompañan de significativas secuelas neurocognitivas que producen un sinfín de manifestaciones psicopatológicas que  repercuten en todas las áreas ocupacionales del usuario y sus familias.
Según Gutiérrez (2011) el 50% de los usuarios que sufren un AVE presentan manifestaciones neuropsiquiátricas, que requieren un rápido diagnóstico y tratamiento, con el fin  de maximizar la adaptación emocional y funcional de los individuos afectados. (5)
Dentro de  este contexto es donde se presentan las demencia post –AVE que conllevan a  un deterioro intelectual, particularmente de memoria, cambios neuropsiquiátricos y una gran dependencia en actividades de la vida diaria  e instrumentales del usuario como de su familia, repercutiendo esto significativamente en  el desempeño ocupacional de estos sujetos.
 De acuerdo a esto se  describen  cifras  de  15  a  30%  de demencia  post  accidente  cerebrovascular dependiendo de la edad de la población estudiada, el tiempo de seguimiento y los criterios  utilizados ,  con  un  incremento  de  dos a tres veces de riesgo para sufrir una demencia respecto a poblaciones sin AVE de similar edad  . (6)
Debido a esto es importante intervenir desde la perspectiva de la Terapia Ocupacional,  ya que  sin dudas las lesiones o secuelas producto de un AVE son significas tanto , para el usuarios , su familia, la sociedad etc., considerando  que estas alteraciones o déficit -en especial  las demencias-  son una de  las  principales  causas  de  discapacidad  y  costo  humano  y  financiero a nivel mundial.





ACCIDENTE VASCULAR ENCEFÁLICO,  DEMENCIA VASCULAR Y DESEMPEÑO OCUPACIONAL
El Accidente Vascular encefálico, se ha transformado en un  gran problema  de  salud  pública tanto a nivel nacional como   mundial.
En  Chile  se  estima  una  incidencia  de  130  por 100.000 habitantes/año y una prevalencia de 6 por 1.000 habitantes, aumentando con la edad (hasta 25 x 1.000 sobre los 65 años) y se constituye como la segunda causa de muerte general y representa el 9% de todas las muertes en nuestro país. (7)
Desde este punto de vista el Accidente Vascular encefálico (AVE),   es  un  gran  generador  de discapacidad,  tanto  física  como  cognitiva.  De  la población que sufre AVE, un 15 a 30% resulta con un deterioro funcional severo a largo plazo, lo que implica un alto grado de dependencia de terceros. (8)
Las secuelas que puede producir un AVE son múltiples. Como se mencionaba anteriormente,  se pueden presentar grandes limitaciones en el ámbito  físico y por lo tanto  funcional del usuario, así como también acompañarse de importantes secuelas neuropsiquiátricas [1]   que repercuten en el desempeño ocupacional del sujeto.
 Desde esta perspectiva es que diferentes autores se han dedicado al estudio de las manifestaciones neuropsiquiatrías  post AVE.
Un estudio realizado en la revista colombiana de psiquiatría(9) , describe que una  lesión hipoxica,  en la región talámica, provocaría   signos  y  síntomas de amnesia, apatía, falta de motivación,  mareos,  parálisis  ocular, asociados con el resto de elementos necesarios para realizar el diagnóstico.
Este mismo estudio relató, que  en las lesiones vasculares  occipitales predominarían síntomas como la amnesia, la hemianopsia  y  la presencia   de  delírium como complicaciones para el cuadro clínico de base. Otros autores describen el síndrome del giro angular, donde  el  componente  neurodegerativo producto del AVE se  acompaña  de desorientación visoespacial, afasia fluente y síndrome de Gerstmann[2] en la mayoría de los casos. Las lesiones principalmente   isquémicas en el hipocampo, el núcleo caudado, el globus pallidus y en las  regiones  frontobasales  se  han asociado  con  la  presencia  de  una afectación cognitiva compatible con demencia en población de pacientes con AVE .
Desde esta perspectiva se establece que el AVE se  constituye como  la segunda causa de demencia a nivel mundial. (10)
Las personas con demencia muestran múltiples cambios específicos en la función cognoscitiva, que difieren en magnitud y extensión de los que se observan en el proceso normal del envejecimiento. 
Etiológicamente el termino demencia (en latín dementis) significa “falta de juicio”. (11)
Si bien no existe unanimidad absoluta, la demencia puede definirse como un síndrome adquirido, de naturaleza orgánica, que se caracteriza por el deterioro permanente de la memoria y de otras funciones intelectuales y frecuentemente se presenta acompañado de otras manifestaciones psicopatológicas; ocurre sin alteración de la conciencia y afecta al funcionamiento, personal, familiar, social y ocupacional del sujeto. (12)
La discusión fundamental acerca del concepto de demencia se centra en la necesidad o no de que exista un deterioro de la memoria para poder diagnosticarla. Algunos autores sostienen que en determinadas formas de demencia - como las debidas a una lesión en el lóbulo frontal –la afectación de la memoria es relativamente tardía y proponen que la afectación de tres de ciertas esferas intelectivas -lenguaje, memoria, capacidades visuoespaciales, emocionalidad, personalidad y cognición (abstracción, calculo, juicio, funciones ejecutivas etc.) bastaría para diagnosticar la demencia (13).
 Además  existe discusión, si el síndrome debe definirse como un déficit cognitivo global. En este sentido se señala que a excepción de unas pocas enfermedades de causa metabólica, toxica o infecciosa que progresan rápidamente hasta el coma o la muerte, por lo general los procesos demenciales no afectan a todas las capacidades intelectuales con igual gravedad, sino que  se manifiestan predominantemente la alteración del funcionamiento de ciertas áreas cerebrales y no otras, lo  que permite su clasificación y diferenciación clínicas. (14) 
 Como se muestra en la siguiente tabla las causas posibles de la demencia son muy variadas, pudiendo tener un origen relacionado con cualquier etiología médica en general (degenerativa, vasculares, toxicas, metabólicas, traumáticas, infecciosas, tumorales etc.).    

Clasificación de las demencias
Demencias degenerativas primarias

Predominio cortical:

  • Enfermedad de Alzheimer.
  •  Demencia frontotemporal: enfermedad de Pick, afectación C. estriado, degeneración lóbulo frontal, afectación neurona motora
  •  Degeneraciones focales: demencia semántica, atrofia cortical posterior, afasia primaria progresiva, prosopognosia progresiva, amusia y aprosodia progresiva, apraxia primaria progresiva.

Predominio subcortical:

  •   Degeneración corticobasal
  •   Demencias por cuerpos difusos de Lewy.
  •   Parálisis supranuclear progresiva.
  •   Enfermedad de Parkinson-Demencia.
  •   Enfermedad de Huntington
  •  Atrofias, multisistémica.
  •   Hederoataxias progresivas.



Demencias vasculares

  •   Demencia multiinfarto.
  •   Demencia por infarto único en área estratégica.
  •   Enfermedad de pequeños vasos:

                     -Estado lacunar.
                    - Enfermedad de Binswanger.
                     -Angiopatía cerebral amiloidea.
                     -Enfermedad colágeno vascular con demencia.
                     -CADASIL.

  •  Demencia por hipoperfusión (isquemia-hipoxia).
  • Demencia hemorrágica:
                     - Hemorragia traumática subdural.
                      -Hematoma cerebral.
                     - Hemorragia subaracnoidea.

  •  Otros mecanismos vasculares.

Demencias secundarias

  •   Metabólica: encefalopatía urémica, hepática, hipóxica e hipercápnica. Carencial: tiamina, ácido nicotínico, ácido fólico y vitamina B12.
  •   Endocrino: insuficiencia hipofisaria, hipo e hiperparatiroidismo, hipotiroidismo, insuficiencia suprarrenal y síndrome de Cushing.
  •   Infecciosas: bacterias, micosis, vírica y priones.
  •   Mecanismo expansivo cerebral: tumor cerebral e hidrocefalia normotensiva.
  •   Fármacos: antibióticos, antiinflamatorios, analgésicos, anticolinérgicos, antihistamínicos, benzodiacepinas, antidepresivos, litio, anticonvulsivos, antieméticos, anti secretores, hipotensores, cardiotónicos, inmunosupresores y anti parkinsonianos.
  •   Tóxicos: alcohol, toxinas orgánicas, metales pesados y demencia diálisis aluminio. Postraumática: demencia postraumática y demencia pugilística.
  •   Psiquiátricas: depresión, esquizofrenia y reacción de conversión.
  •  Enfermedades del colágeno: sarcoidosis, bechet, lupus eritematoso sistémico y esclerodermia.
  •   Enfermedades por depósito: porfiria, leucodistrofias, enfermedad por depósito de lípidos y enfermedad de Wilson. Miscelánea: epilepsia y esclerosis múltiple.


  • Fuente:   Tratado de Geriatría para Residentes Capítulo 17 “DEMENCIA” Pedro Gil Gregorio, Javier Martín Sánchez. Sociedad Española  de Geriatría y Gerontología 2006.

Varios estudios concuerdan con que la demencia aumenta con la edad y después de los 65 años la prevalencia  se duplica  cada cinco años, llegando a casi el 50 por ciento después de los 85 años. (15)
La más frecuente entre las demencia es la de  tipo Alzheimer (EA), seguida  por  la demencia vascular (DV),  que se ha convertido en una de las demencias con mayor prevalencia e incidencia , debido al aumento  de los casos de accidente vasculares encefálicos  (AVE) y factores cardiovasculares  de riesgo  asociados.
Según Corrada y cols.  las  personas  que han sufrido un AVE tienen cinco veces más riesgo de desarrollar demencia, que los pacientes en la población general que no han sufrido un AVE.(16)  Es por esto que es de suma importancia referirse  a este tipo de demencia.
La demencia vascular (en adelante DV)  se determina como aquella que resulta de lesiones vasculares cerebrales, ya  sean  hemorrágicas,  isquémicas  o  aun  lesiones  por  hipoperfusión.  Debe  cumplir  el  criterio de no tener otra causa explicable, y debe tener relación de tiempo, puesto que se considera como criterio adicional que la demencia se presente después de tres meses del ataque vascular. (17)
Emil Kraepelin, en el año 1883, fue  el primero en describir  la asociación de  demencia  y  la  locura  arterioesclerótica.  Su  propuesta  surgió  en un momento en que la gran mayoría de presentaciones psiquiátricas en cuadros neurológicos eran  atribuidas  etiológicamente  a procesos infecciosos, como la neurosífiis (18)
En el siglo XVII,  Willis  ya   había relacionado los conceptos de  apoplejía  y demencia,  pero  es hasta hace poco años atrás que  se logró comprobar cuál era el real efecto que tenían las isquemias o hemorragias en las habilidades cognitivas de los usuarios que sufrían AVE.
En el año  1960, ya se había  definido que si una región cerebral presentaba más de  50 ml de daño producto de la hipoxia, resultaba  en demencia vascular, o aún menos si se afectaba el hipocampo.  Dos años más tarde se describió  que un  AVE que afectara el área de los  cuerpos mamilares, el  fornix  o el núcleo talámico anterior también  producía  demencia  vascular. (19).
Otros autores más recientes argumentan que si la lesión afecta más de 100 ml de tejido cerebral en pérdida neuronal secundaria a la AVE, el riesgo de demencia vascular  aumenta de forma significativa. (20)
Además  se  puntualizó que   grandes lesiones en el    hemisferio  izquierdo del cerebro,   tenían  un riesgo  tres  veces  mayor   de generar DV,   y  esta no era explicada  por  la alteración del lenguaje (afasia)    que podía  presentarse en estos casos.
Tatemichi  y  cols.  en 1994, demostraron que el riesgo de presentar demencia,  se mantiene   estable  a  lo largo de cuatro años de seguimiento,  donde los síntomas se pueden presentar con mayor fuerza alrededor del sexto mes posterior al accidente vascular. . Henon y cols. , en la Universidad de Lilley, Francia, demostraron que el riesgo acumulativo a tres años para desarrollar una  demencia  posterior  a  la  AVE es  de  aproximadamente  30%.  (21)
 Ahora bien, al hablar de demencia vascular no es fácil encontrar una  sola definición, ya que existen  una infinidad de conceptos dentro de la literatura y no  hay  una definición   clara  en  cuanto  a  las  clasificaciones  establecidas. 
Se encuentran términos como  demencia multiinfarto, demencia arterioesclerotica, demencia por leucoaraiosis, enfermedad de Binswagner, deterioro cognitivo vascular,  que se refieren al mismo concepto de DV. No es motivación de esta recopilación, aclarar estas definiciones, sino que solo aunarlas en una sola: Demencia vascular.
La DV es la segunda causa de demencia en personas mayores y  representa el 15-20% de los síndromes demenciales en los países occidentales. (22)
La DV se ha subdividido en varios tipos, de acuerdo al  cuadro clínico presentado, el origen y ubicación de las lesiones, el  progreso de la enfermedad junto con el manejo y la prevención  de  los  factores  de  riesgo.
A pesar de que  el  concepto de DV no es algo difícil de entender a primera vista,    la definición  clínica y el consenso en cuanto a los criterios  clínicos, son aun causa de debate  ya que existe una gran variedad  de    formas  de  presentación clínica,    número  de  posibles  lesiones causales  (isquemia,  hemorragia, hipoperfusión, leucoencefalopatía) y diferentes  mecanismos  fisiopatológicos involucrados (lesiones de pequeños vasos, grandes  territorios  arteriales,  oclusiones venosas).
Según el DSM IV (23) los criterios para el diagnóstico de
Demencia vascular son los siguientes:


Demencia vascular
A. La presencia de los múltiples déficit cognoscitivos se manifiesta por:

1. Deterioro de la memoria (deterioro de la capacidad para aprender nueva información o recordar información aprendida previamente)

2. Una (o más) de las siguientes alteraciones cognoscitivas:

(a) Afasia (alteración del lenguaje)
(b) Apraxia (deterioro de la capacidad para llevar a cabo actividades motoras, a pesar de que la función motora está intacta)
(c) Agnosia (fallo en el reconocimiento o identificación de objetos a pesar de que la función sensorial está intacta)
(d) Alteración de la actividad constructiva (p. ej., planificación, organización, secuenciación y abstracción)

B. El déficit cognoscitivo en cada uno de los criterios A1 y A2 provocan un deterioro significativo de la actividad laboral o social y representan una merma importante del nivel previo de actividad.

C. Los signos y síntomas neurológicos (p. ej., exageración de los reflejos tendinosos profundos, respuesta de extensión plantar, parálisis seudobulbar, anomalías en la marcha, debilidad de una extremidad) o las pruebas de laboratorio sugerentes de la presencia de una enfermedad cerebrovascular se estiman etiológicamente relacionadas con la alteración (p. ej., infartos múltiples que implican al córtex y a la sustancia blanca acompañante).

D. Los déficits no aparecen exclusivamente en el transcurso de un delirium.
Con delirium: si el delirium se sobreañade a la demencia.
Con ideas delirantes: si las ideas delirantes son el síntoma predominante.
Con estado de ánimo depresivo: si el estado de ánimo depresivo es predominante (incluyendo los cuadros clínicos que cumplen todos los criterios para un episodio depresivo mayor). No debe realizarse el diagnóstico por separado de trastorno del estado de ánimo debido a enfermedad médica
No complicada: si ninguno de los síntomas antes mencionados predomina en el cuadro clínico actual.

Especificar si: Con alteración de comportamiento.


De acuerdo a esto,  y a las diversas manifestaciones y causas de la DV , muchos autores han llegado a la conclusión  de que la mayoría  de  los  casos  de  demencia  en  el adulto mayor son demencias mixtas, (combinación de Enfermedad de Alzheimer  con Demencia Vascular). (Gorelick  et  al.,  2011).
Sin embargo  otra parte de la  literatura   resalta la importancia de diferenciar la EA de la DV y argumentan que los usuarios con DV   pueden  tener  preservada  la  memoria  pero muestran  un  deterioro  de  la  función  ejecutiva  que  inicialmente  puede  ser  leve. Las principales diferencias se reflejan en las siguientes tablas:

Diferenciación entre EA y DV

Enfermedad de Alzheimer (EA)
Demencia Vascular (DV)

Predominio en mujeres
Más Frecuente en hombres


Sin signos focales
Signos focales (usual), trastorno de la marcha, extrapiramidalismo,                                                                                          Disartria
Apatía leve
Cambios de personalidad como abulia, apatía, aislamiento.
Memoria alterada
Memoria con leves alteraciones que mejora con claves
Trastorno conductual leve-moderado

Trastornos conductual importante
Rasgos psicóticos (alucinaciones)
Labilidad emocional, Depresión frecuente
Alteración de esfínteres solo en estadios avanzados
Urgencia miccional
Fuente:   Fundamentos de Medicina: Neurología. Capítulo 17  “Una Aproximación A La Demencia Vascular”. Bernal  O, R Omán  G. Editorial: Corporación para Investigaciones Biológicas, CIB,  2010, Séptima Edición.






Diferenciación entre EA Y DV (Defectos Cognitivos)

Enfermedad de Alzheimer
Demencia Vascular

Incapacidad o dificultad en el aprendizaje
Síndrome disejecutivo
Olvidos frecuentes

Alteración en la programación
Dificultad en el reconocimiento (agnosias)

Procesos lentos
Memoria no mejora con claves
 Memoria mejora con claves de reconocimiento y facilitación
Intrusión en el pensamiento

Disminución de la fluidez verbal
Anomia   

Dificultades en el aprendizaje                                                                               
Desorientación

Olvidos menores
Defectos viso espaciales

Inatención
Alteración en memoria episódica

 Perseveración y ecolalia                                     
Fuente:   Fundamentos de Medicina: Neurología. Capítulo 17  “Una Aproximación A La Demencia Vascular”. Bernal  O, R Omán  G. Editorial: Corporación para Investigaciones Biológicas, CIB,  2010, Séptima Edición.

De acuerdo a lo presentado anteriormente resulta de suma importancia realizar el diagnóstico diferencial, entre ambos tipos de demencia ya tiende a confundirse con frecuencia   ambos diagnósticos.
Además  otro factor importante y que no debe pasar por alto, es la asociación que se realiza entre  AVE  y  depresión  lo que confunde muchas veces el diagnóstico diferencial con DV.  Según Sultzer (1993)   la posibilidad de sobreposición de signos y síntomas neuropsiquiátricos de la depresión es  fuente  repetitiva  de  errores y confusión a la hora de  tomar  decisiones  terapéuticas (24)
Kauhanen y cols. (25) demostraron que la depresión después del AVE se asocia con una sustancial disminución  de  la  memoria,  dificultades  en la  resolución  de  problemas  no  verbales,  problemas para mantener la atención  y  agilidad  psicomotora, por lo cual es fácil confundir los síntomas y signos observados también en la DV.
Por otro lado, Hennon y cols.(26)  reportaron en el 2001 que 56% de los pacientes que cumplían criterios para demencia post-AVE presentaban  también  depresión;  mientras la  depresión  sólo  era  significativa  en  34%  de  aquellos  con  AVE  sin demencia . Esto  demuestra que  hay  interacciones  complejas, pobremente  comprendidas,  en  el curso  de  la  AVE,  que  influyen  en la  expresión  de  diversas  manifestaciones  patológicas  asociadas  de forma importante  con la afectación cognoscitiva post-AVE.
Sin duda son significativos los síntomas y signos que pueden aparecer producto de un AVE. La DV afecta de manera significativa la vida del usuario y su familia  repercutiendo importantemente  en la realización  de tareas  que  influye de manera significativa en el Desempeño Ocupacional del usuario. Estas dificultades, pueden provocar la pérdida de capacidades o habilidades o la dificultad para adquirirlas o conservarlas, lo que  claramente afecta  las condiciones sociales, económicas y familiares del usuario.
En el contexto de la Ocupación, y Desempeño Ocupacional, los déficits cognitivos, mencionados anteriormente  que puede provocar un AVE, impactan en todos los aspectos de la vida del usuario.
La capacidad de desempeño (27), entendida como aquellas habilidades físicas y cognitivas,  necesarias para llevar a cabo nuestras actividades cotidianas y la experiencia subjetiva correspondiente, se ve fuertemente afectada producto de una demencia, ya que influye directamente en el Desempeño Ocupacional del sujeto.
Por Desempeño Ocupacional se va  entender como  la habilidad  de  percibir,  desear,  recordar,  planificar  y  llevar  a  cabo  roles, rutinas, tareas y pasos, con el propósito de lograr el auto-mantenimiento, la productividad,  el  placer  y  el  descanso,  en  respuesta  a  las  demandas  del ambiente interno y / o externo.(28)
La Terapia Ocupacional (TO) es un componente esencial en los procesos de rehabilitación, por lo tanto una  evaluación ocupacional es fundamental para reconocer  el impacto del déficit en la vida del usuario y de las personas que interactúan con él.
Posterior a un AVE se produce un complejo patrón de reorganización en las distintas etapas de esta patología, ya que se activan y reestructura diversos mecanismos histológicos, neuroquímicos y neuroplasticos. (29)
Por lo tanto,  la rehabilitación desde la TO debe abarcar todos los aspectos de la vida   y centrase en los aspectos de neuroplasticidad entendidos como la  capacidad del sistema nervioso para responder a estímulos intrínsecos y extrínsecos por reorganización de su estructura, función y conexiones; pudiendo  ser descrito a muchos niveles, desde molecular al  celular  hasta  sistemas para el comportamiento, y puede ocurrir durante el desarrollo, en respuesta al medio ambiente, en apoyo al aprendizaje, en respuesta a la enfermedad, o en relación a la terapia.(30)
Los mecanismos de le neuroplasticidad son muy diversos y  pueden variar desde  modificaciones morfológicas extensas, como las que se observan en la regeneración de axones y formación de nuevas sinapsis, hasta pequeños cambios moleculares que alteran la respuesta celular a los neurotransmisores (31)
Plow, et al (2009) demostraron  que el sistema nervioso se remodela continuamente a lo largo de la vida y tras el daño por AVE, mediante la experiencia y el aprendizaje en respuesta a la actividad (32)
Desde esta perspectiva,  la intervención  de la demencia vascular tendrá  aspectos específicos a considerar de acuerdo a cada usuario,  sin embargo el enfoque global será desde la demencia en general y enfocada a la estimulación cognitiva   orientada al conjunto  de  actividades  y  estrategias  dirigidas  a  potenciar  la neuroplasticidad, estimulando fundamentalmente las funciones, capacidades,  destrezas  y  habilidades  cognitivas   remanentes del usuario  (Iñiguez-Martínez, 2004). (33)


APORTES DESDE LA TERAPIA OCUPACIONAL
La demencia en general se considera como  uno de los grandes  síndromes geriátricos o gigantes de la geriatría,  ya que  impacta en la  vida del usuario y su familia, con consecuencias médicas, psicológicas, sociales, económicas y  ocupacionales importantes.
La demencia vascular  constituye un síndrome clínico adquirido y  de causas múltiples,  que conlleva a un  deterioro de las funciones intelectuales que se manifiesta con la declinación en las habilidades para llevar a cabo las actividades de la vida diaria, y por trastornos neurosiquiátricos y emocionales que merman la calidad de vida de los usuarios que la padecen.
La pérdida de independencia y autonomía  es un gran riesgo que sufre el usuario con demencia vascular (no exclusivamente), lo que implica que el usuario  necesita  el apoyo o  ayuda de terceros para realizar sus actividades  cotidianas, y por lo tanto la  supervisión  en  las actividades más complejas  y a veces hasta las más simples.
Cualquier deficiencia de origen neurológico, como lo es el AVE, provoca limitaciones en la ejecución de las actividades de la vida diaria que pueden abordarse   desde la Ocupación.
La Terapia Ocupacional(TO) puede ayudar al usuario con demencia vascular a obtener un mayor grado de funcionalidad, independencia y  autonomía, lo que puede ayudar en  mejorar su desempeño ocupacional  y obtener una mayor  y mejor calidad de vida, tanto para él como para sus familiares y cuidadores.
La TO pretende beneficiar al usuario que sufre una disfunción ocupacional de componente físico o psíquico, a través de su involucración activa en las ocupaciones. De este modo, la TO facilita a la persona con demencia vascular u otro tipo de demencia, a  la adquisición de las habilidades y  hábitos necesarios para su vida diaria y su integración en la sociedad. Además, el aumento del grado de actividad y de independencia en estos usuarios, podría  aportar en reducir los gastos económicos, de recurso humano tanto familiares, como sociales  que genera este síndrome.
Aunque ya existen estudios que demuestran la utilidad clínica de la TO en algunas afecciones neurológicas, como el AVE y la demencia,   la mayoría  de estas investigaciones está relacionada con demencia tipo Alzheimer, donde existen múltiples estudio que se refieren a la importancia de la intervención desde lo cognitivo. Sin embargo se necesitan nuevos estudios que evalúen la eficacia de la TO en distintas enfermedades demenciales  y que analicen, además, sus implicaciones económicas. (34)
Desde la perspectiva anterior, la intervención cognitiva es importante como parte del tratamiento no farmacológico en los usuarios  con deterioro cognitivo y demencia de tipo vascular,  (Aunque hay que realizar la aclaración que la intervención también se puede aplicar a  otros tipos de demencias)
Cualquier intervención,  debe estar dirigida hacia los intereses y significados del usuario y su familia, con el fin de alcanzar un Desempeño Ocupacional  óptimo y satisfactorio.
La intervención del Terapeuta Ocupacional  en personas con secuela de AVE, y lo que significa todas sus secuelas, se debe centrar en la utilización y potenciación de aquellas habilidades que aún permanecen intactas o sea  aquellas capacidades remanentes.
La observación y  la evaluación se deben llevar a cabo para verificar  cuales son   los puntos fuertes y débiles y analizar  las áreas  ocupacionales  que presentan mayor dificultad para usuario. Las actividades se  deben considerar con el fin de ajustarlas a la capacidad del usuario dentro de su rutina diaria, de sus intereses y de sus interacciones sociales. 
La planificación  de la intervención debe hacerse tomando en cuenta que se debe apoyar la ejecución y realización funcional del usuario  de acuerdo a los problemas que presente en el momento de la evaluación.
Es de suma importancia identificar  cuáles son las  capacidades y limitaciones funcionales que presenta el  usuario, para así  detectar que funciones están afectadas y cuáles no, pero siempre en relación  a las dificultades que resulten significativos para él o ella, y que entorpezcan sus actividades ocupacionales, con el fin de evitar el mayor deterioro y avance de la demencia, que pueda convertirse en algo que no se pueda tratar. Desde aquí es fundamental el trabajo con la familia, ya que se deben realizar adaptaciones coherentes al entorno para facilitar  al usuario la realización de sus actividades de la vida diaria y con esto contribuir a mejorar su capacidad de desempeño y por ende su Desempeño Ocupacional.
Las secuelas producto del AVE, en este caso las secuelas físicas y cognitivas conllevan a  un notable cambio en la dinámica familiar, apareciendo en este núcleo la necesidad de reajustarse desde los psicológico y relacional para poder  equilibrar las nuevas demandas que requiere esta patología.(35)
Los trastornos psicológicos y del comportamiento del usuario  con demencia establecen probablemente el aspecto más preocupante  para el cuidador y la familia tras el diagnóstico de la  enfermedad,  ya que  en la mayoría de los casos,  se desconoce información sobre el síndrome. 
La principal red  del usuario es su familia, que debe convertirse en el principal apoyo  dentro del proceso de intervención. La familia se desconcierta cuando uno de sus miembros se ve afectado, por cualquier enfermedad, por esta razón los lazos de apoyo se  deben constituir para  incrementar los beneficio que percibe el usuario y disminuir así el impacto de la enfermedad.
Por esto es de suma importancia la educación y asesoramiento a la familia, para brindarle un mayor apoyo y no generar falsas expectativas o el asistencialismo o sobreprotección  que se reflejan en estos casos.
Como se mencionó anteriormente la demencia vascular representa aproximadamente un tercio de los cuadros deterioro cognitivo, del punto de vista de la intervención habrá aspectos específicos a considerar sin embargo el enfoque global será desde la demencia.
 Lo que  resalta la literatura con respecto a la demencia en general  y estimulación cognitiva, son técnicas que incluyen  terapias de orientación a la realidad, la reminiscencia, la psicoestimulación, talleres de entrenamiento de la memoria,  musicoterapia con el uso de diversas técnicas a manera de reeducación neuropsicológica, y las propuestas de adaptación al entorno físico, la animación gerontológica por medio de diversas actividades socio recreativas etc. (36)
 Sin duda es importante actuar cuanto antes para evitar  el deterioro del Desempeño Ocupacional  de los usuarios que sufren un AVE ya que se ha identificado  que la plasticidad neural permite  cambios  de  adaptación  y/o  reorganización, en condiciones patológicas (37), que favorecerían la adaptación del usuario  a los contextos donde se desempeña. 
 
CONCLUSIONES
Los accidentes vasculares encefálicos  muchas veces  provocan una desintegración de las funciones cognitivas, una desorganización motriz, y una alteración del comportamiento que resulta significativo para el Desempeño Ocupacional de los usuarios que lo sufren. En general se pueden observar alteraciones cognitivas de cualquier índole en las enfermedades cerebrovasculares. El rango de gravedad de las alteraciones neuropsicológicas varía desde el deterioro  cognitivo leve hasta la demencia vascular.
Sobre  demencia vascular,  aun no hay consenso en la  literatura,  sobre muchos  de los aspectos  que se expresan en este síndrome;  a pesar  de ser considerada la segunda demencia más importante después de la de Alzheimer y su importante aumento en el último tiempo. Sin embargo su tratamiento e intervención es  orientada bajo los mismos argumentos que la demencia tipo Alzheimer, con algunos aspectos específicos determinados por características personales, culturales, sociales o médicas del usuario.
Sin duda la demencia producto del accidente vascular se puede evitar, es importante centrarse en un enfoque preventivo que disminuya los factores de riesgo  asociados a las lesiones cerebrales post -AVE. Para esto se hace necesario la entrega de   mayor información a la población, donde esta pueda conocer y actuar de manera oportuna y certera frente a la sintomatología de un ictus o bien un mayor empoderamiento de ésta, en cuanto a los asuntos de salud, así como también  mayores  programas  destinados a la promoción de la salud y prevención de enfermedades. 
Además se requieren de mayores investigaciones en torno a este tema, debido a que se convierte en un síndrome que cada día va en aumento y genera grandes recursiones tanto a nivel individual, como familiar, así como también social y por qué no decirlo,  económico, por  considerarse un síndrome que se puede convertir en una patología  muy discapacitante.
La Terapia Ocupacional, debe considerar todos los aspectos que generan dificultad para la realización de las actividades cotidianas del usuario y que repercutan  en su  Desempeño Ocupacional. Por esto es importante avaluar todas las áreas de la ocupación.
En cuanto a las características de la intervención,  esta debe establecer  un vínculo terapéutico con el usuario y su familia, donde se torna importante los valores, los roles, intereses, la cultura, el  contexto etc. del usuario.
Las técnicas o evaluaciones deberían verse caso a caso, de acuerdo a las características del usuario  apoyando el efecto identitario y el desarrollo personal de este.
Sin duda la Terapia Ocupacional como disciplina ha sido capaz de comprender que un ser humano es mucho más que una enfermedad, discapacidad o disfunción, cualquier intervención debe ser basada desde  una perspectiva de derechos, donde el usuario no se convierta en objeto de intervención, sino que más bien en sujeto activo y proactivo  de su propio proceso de rehabilitación, con el fin de evitar el deterioro, la discapacidad y por consecuencia la exclusión social.


[1] Algunos autores hacen referencia a estas alteraciones neuropsiquiatrías, como alteraciones neuro cognitivas.
[2] El síndrome de Gerstmann es una enfermedad rara neurológica, de posible causa vascular que afecta a lóbulo parietal y que se caracteriza por:  Agrafia: dificultad en la expresión de ideas por la escritura Agnosia digital: imposiblidad de reconocer los dedos de las manos Acalculia: imposibilidad de realizar operaciones aritméticas simples Desorientación derecha-izquierda  http://medicina.ufm.edu/index.php/S%C3%ADndrome_de_Gerstmann






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2   Dr. Gómez Viera Nelson y Dr. Rivero Arias Edmundo Características clínicas e imagenológicas de la demencia vascular. Rev. cubana med [online]. 1998, vol.37, pp. 6-12. Disponible en: <http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-75231998000100002&lng=es&nrm=iso>. ISSN 1561-302X. Rescatado el 18  de diciembre 2012.



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22 Chaves Sell, Franz. Accidente vascular cerebral: ¿es el accidente vascular cerebral una enfermedad tratable?. Rev. costarric. cardiol [online]. 2000, vol.2, n.1 ISSN 1409-4142, Disponible en: <http://scielo.sld.cu/scielo. Rescatada el 13 de agosto 2012





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27  Kielhofner Gary, Modelo de Ocupación Humana Teoría y Practicas. 4° edición  Editorial  Médica Panamericana 2011.



28    Kielhofner Gary, Fundamentos conceptuales de la Terapia Ocupacional. 3° edición.  Editorial  Medica Panamericana 2006.



29, 37   Edgardo A. Bayona, Jaime Bayona Prieto, Fidias E. León-Sarmiento  Neuroplasticity, Neuromodulation, and Neurorehabilitation: Three different concepts, one only true goal. Review article/ basic review. Rescatado el 12 de enero de 2013



30, 31  Steven C. Cramer,  Mriganka Sur, Bruce H. Dobkin, Charles O'Brien, Terence D. Sanger,   John Q. Trojanowski  Et al.    Harnessing neuroplasticity for clinical applications  Disponible en  http://brain.oxfordjournals.org/content/134/6/1591.Rescatado el 11 de enero 2013

           

32  Doussoulin-Sanhueza Arlette .Como se fundamenta la neuro rehabilitación desde el punto de vista de la neuroplasticidad. Artículo de revisión  Disponible en  http://www.medigraphic.com/pdfs/arcneu/ane-2011/ane114h.pdf. Rescatada el 8 de enero 2012.





33 Velilla-Jiménez, Lina Marcela; Soto-Ramírez, Esteban; Pineda-Salazar, David  Efectos de un programa de estimulación cognitiva en la memoria operativa de pacientes con deterioro cognitivo leve amnésico Revista Chilena de Neuropsicología, vol. 5, núm. 3, 2010, pp. 185-198  Universidad de la Frontera Temuco, Chile Redalyc Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal  Disponible en http://www.redalyc.org/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=179318868002. Rescatado el 2 de diciembre 2012



34 Hoffmann T, Bennett S, Koh C, McKenna K. Terapia Ocupacional para las alteraciones cognitivas en pacientes con accidente cerebrovascular. [Online].  Cochrane Database of Systematic Reviews 2010 Issue 9. Art. No.: CD006430. DOI: 10.1002/14651858.CD006430 disponible en www.cochrane.es Rescatado el 12 de junio 2012 


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36  Diaz Barrientos, Eliesbel  Y  Sosa Coronado, Ana Madeline. Intervención cognitiva en pacientes con deterioro cognitivo ligero y demencia leve. MEDISAN [online]. 2010, vol.14, n.6, pp. 0-0.  ISSN 1029-3019. Rescatado el 3 de diciembre 2012
















[1] Algunos autores hacen referencia a estas alteraciones neuropsiquiatrías, como alteraciones neuro cognitivas.
[2] El síndrome de Gerstmann es una enfermedad rara neurológica, de posible causa vascular que afecta a lóbulo parietal y que se caracteriza por:  Agrafia: dificultad en la expresión de ideas por la escritura Agnosia digital: imposiblidad de reconocer los dedos de las manos Acalculia: imposibilidad de realizar operaciones aritméticas simples Desorientación derecha-izquierda  http://medicina.ufm.edu/index.php/S%C3%ADndrome_de_Gerstmann


3 comentarios:

  1. La demencia vascular representa aproximadamente un tercio de los cuadros deterioro cognitivo, del punto de vista de la intervención habrá aspectos específicos a considerar sin embargo el enfoque global será desde la demencia. Considerar los comentarios a trabajos anteriores relacionados.

    http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16871855

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  2. La demencia vascular es la segunda de mayor incidencia, donde infartos pequeños tienen efectos acomulativos sobre la funcion cerebral que generan alteracion cognitiva importante ademas de la alteracion motora, por lo tanto desde la terapia ocupacional es interesante englobar estos aspectos considerando la estimulacion cognitiva con base en la neuroplasticidad como respuesta de adaptacion ante las demandas de esta.

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  3. El AVE y la demencia Vascular constituyen afectaciones globales en el desempeño ocupacional de las personas que lo viven y sus contextos. Es un tema muy relevante para los terapeutas ocupaiconales y profesionales de la salud tomando en cuenta que la población continua envejeciendo (en relación a un aumento en la esperanza de vida) y cada vez más existen personas que pudieran desarrollar dichos cuadros.

    Es importante considerar que en las distintas etapas de cada uno (sobre todo en las demencias) las intervenciones iran variando en sus focos por ejemplo en las etapas iniciales de la demencia el trabajo estará muy enfocado en la persoan y su contexto. Ya en las etapas finales el foco será más en la calidad de vida de la perosna con un trabajo más fuerte en la familia en la que pronto partirá un ser querido.

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