Autores: Jacqueline Cartagena, Constanza Nuñez, Paloma Ortiz, Stephanie Prieto, Carolina Ramírez, Solange Toro
Introducción
El Delirium, también
conocido como Síndrome Confusional Agudo (SCA), es considerado una manifestación neuropsiquiátrica,
perteneciente a los grandes síndromes geriátricos, cuya incidencia y prevalencia
va en aumento con la edad, siendo altamente frecuente en personas que superan
los 75 años de edad, y poco frecuente antes de los 65 años. El Manual
Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM – IV), lo define como una alteración del nivel de
conciencia, acompañada de trastornos cognitivos que se instaura en un periodo
breve de tiempo (en general horas o días) y que tiende a ser fluctuante.
El SCA está
caracterizado por presentar compromiso de conciencia, alteración en la
atención, percepción, pensamiento desorganizado, memoria, conducta psicomotriz,
alucinaciones o ideas delirantes, alteración del ciclo de sueño/vigilia.
Su origen se atribuye
a elementos multifactoriales, siendo causado por factores predisponentes y
precipitantes de riesgo, tanto no modificables como modificables. La aparición
del SCA se asocia a una intervención tardía, ausencia de manejo y/o a una evolución desfavorable, provoca
mayores complicaciones como prolongación de la estadía hospitalaria, aumento
del deterioro funcional, incluso la mortalidad. Esta situación genera un alto impacto en la calidad de vida
de las personas mayores que lo padecen y sus familiares, además de un marcado aumento en los costos de atención de salud.2
En Chile es una de
las complicaciones más frecuentes que afecta a
las personas, específicamente a adultos mayores durante el proceso de
hospitalización, debido a una patología médica y/o quirúrgica. Tiene una prevalencia que va entre
el 14% a 24% al momento del ingreso, y una incidencia que va desde el 6% a 56% durante la estadía intrahospitalaria1, situación no menor, considerando el aumento de éste grupo etario a nivel nacional, como uno
de los principales usuarios de los recintos de salud hospitalarios,
especialmente en servicios públicos de salud, ya que éstos acogen a más del 80%
de las personas que se ven afectadas por este síndrome. También resulta
importante destacar que, este
porcentaje, con el pasar del tiempo, puede incrementar si no se toman medidas
de acción y prevención necesarias, pues, se estima que la población adulta
mayor, hacia el año 2025, constituirá cerca del 20% de la población nacional,
por tanto existe una alta probabilidad en el aumento de la prevalencia de
delirium en este grupo etario, dada su condición de fragilidad.1
A pesar de su importancia, el SCA es subvalorado, pues no ha sido reconocido como una entidad
que requiera de un diagnóstico y manejo específico. Su sub-diagnóstico alcanza cifras entre 32% y
67%, situación que se asocia con un peor pronóstico1.
Dados
estos antecedentes, surgen las siguientes inquietudes; ¿qué ocurre a nivel
cerebral cuando se presenta el SCA?, ¿De qué manera la alteración en las
funciones cognitivas afecta el desempeño en actividades de la vida diaria
básicas?, ¿La intervención de terapia ocupacional puede dar una respuesta a
esta problemática de salud muy frecuente, pero poco conocida?. Interrogantes
que pretenden ser resueltas, por medio de la siguiente revisión.
Material y Método:
Para
la búsqueda de información, sobre la temática que pretende ser abordada, en la presente
revisión, se utilizaron diversas bases de datos tales como: Medline/PubMed, Catálogo
Bello de la Universidad de Chile y Scielo Chile. Se encontraron alrededor de
220 artículos, de los cuales fueron seleccionados aquellos que incluyeran las
palabras delirium, actividades de la vida diaria y funciones cognitivas.
Posteriormente se aplico un nuevo criterio de búsqueda, siendo
seleccionados todos aquellos que
incluyeran las palabras: adultos mayores hospitalizados e intervención
multidisciplinaria. Finalmente se
consideraron 10 artículos, 8 de revistas
científicas internacionales y 2 de publicaciones nacionales.
Desarrollo y Discusión
El delirium o Síndrome confusional
agudo, es un proceso que se presenta de
forma brusca; tiene un curso variable durante el día, siendo crítico durante la
noche. Se caracteriza por una alteración global de las funciones cognitivas, y un deterioro significativo en relación al
nivel de funcionamiento previo. Sus principales síntomas son:
- Compromiso de la conciencia; es decir
la persona puede presentar hipoactividad o hiperactividad.
- Alteración de la atención; la persona afectada se distrae fácilmente con
estímulos irrelevantes y es incapaz de fijarse en estímulos nuevos.
- Pensamiento desorganizado; la persona
presenta un pensamiento fragmentado y distorsionado, mezclando experiencias
pasadas con presentes.
- Trastorno de la percepción; con
presencia de alucinaciones y/o ilusiones. Alucinaciones que son principalmente
visuales, o malinterpretaciones que posteriormente no recuerdan.
- Alteración
del ciclo sueño- vigilia; presentan hipersomnia durante el día e insomnio
durante la noche.
- Desorientación;
la cual primero afecta en tiempo y luego en espacio.
- Alteración de
la memoria; que puede
causar amnesia anterógrada, y trastornos de la memoria retrógrada.
- Alteraciones de la actividad psicomotora, aumento o
disminución.
La
etiología del delirium es
multifactorial; hay varias hipótesis que
intentan explicar sus causas, entre éstas se encuentran, alteraciones de
neurotransmisores (acetilcolina,
dopamina, GABA y serotonina), procesos inflamatorios, respuesta deficiente al
estrés y factores de riesgo relacionados
con el usuario6.
Existe
una reducción en la actividad de la acetilcolina, neurotransmisor involucrado
en procesos de atención, memoria y aprendizaje, por lo tanto los fármacos
anticolinergicos aumentan el riesgo de delirium.6
Así
mismo, otras alteraciones en el sistema neurotransmisor, tienen relación con la
dopamina y serotonina. La primera de éstas es clave en la función motora,
atención y cognición, por lo cual el exceso de dopamina puede desencadenar un
delirium hiperactivo. En relación a la serotonina se dice que su disminución,
tiene implicancias en el estado de conciencia, ya que es la involucrada en mantener
el estado de vigilia.6
Otro
neurotransmisor involucrado en la patogénesis del delirium, es el
Acido Gama Amino Butírico (GABA), conocido como un neurotransmisor
primario en el SNC, el cual tienen una función primordial en la memoria.6
En
usuarios con diagnósticos como: sepsis de diversos focos, es posible que
presenten delirium, debido a cascadas inflamatorias que pueden conducir a
coagulación intravascular y una
neuroinflamación extensa, debido a que los mediadores inflamatorios traspasan la
barrera hemato-encefalica.6
Eventos
estresantes, tales como: cirugías o enfermedades severas promueven la función
adrenocortical, provocando cambios en la
cognición, alteración de la atención o psicosis, ya que los coriticoesteroides
pasan fácilmente la barrera hemato-encefalica.6
Del
mismo modo, existen factores de riesgo que tienen relación con el usuario, que son los factores predisponentes y
precipitantes. Los predisponentes son
propios del individuo como: edad
avanzada, déficit sensorial y deterioro cognitivo entre algunos. Y los factores
precipitantes son componentes externos al sujeto, por ejemplo; enfermedad
aguda, fármacos, inmovilización, deprivación de sueño, factores ambientales.
El riesgo de presentar delirium o síndrome confusional agudo, está determinado por la suma de ambos factores.6
El riesgo de presentar delirium o síndrome confusional agudo, está determinado por la suma de ambos factores.6
Dada
la etiología del delirium, se produce una alteración
significativa de las capacidades cognitivas, indispensables para un adecuado
funcionamiento ocupacional, el que
además se ve afectado por el impacto que tiene el ingreso a un contexto
hospitalario, caracterizado por el asistencialismo que otorga el personal que
allí se encuentra y la baja exigencia
que proporciona el ambiente, lo que
determina una disminución y/o restricción en el desempeño ocupacional en
diversas actividades de la vida diaria básicas (AVDB), pues el adulto mayor hospitalizado
que tiene delirium o SCA, requiere asistencia de terceros para la ejecución de
AVDB como: alimentación, baño, higiene personal, manejo de intestinos y vejiga,
vestuario, entre otras. Por tanto existe un
impacto significativo en la funcionalidad, que en el caso de los adultos
mayores, tiene una repercusión negativa en su estado de salud, lo cual puede
agudizar mucho más su diagnóstico, dar
origen a otras patologías o en el peor de los casos llegar a la muerte.5
La Terapia Ocupacional, como
disciplina del ámbito de la salud, da
respuesta a esta problemática, fundamentando su intervención por medio de
modelos de atención y marcos de referencia, tales como Modelo de Adaptación
Ocupacional, Marco de Referencia Biomecánico y Modelo Cognitivo de C. Allen.8
Cuando
un usuario presenta SCA o delirium, dadas las características de éste, la
persona presenta una alteración en sus
habilidades de desempeño (motoras, de procesamiento y de comunicación), y como
consecuencia de ello, no logra responder satisfactoriamente a las demandas que
le impone el ambiente, asimismo los desafíos
que éste otorga son bajos, debido a que una institución como lo es un
hospital, se caracteriza por la escasa
interacción , asistencialismo y privación de estímulos cotidianos. Por tanto la
persona no logra un dominio relativo en el ambiente, así como tampoco existe
una respuesta que le permita adaptarse a éste (respuesta adaptativa). En
relación a esto, se hace necesario potenciar y/o mejorar las habilidades
afectadas, principalmente cognitivas o de procesamiento, y adecuar las demandas
impuestas por el entorno. Para ello, el Terapeuta Ocupacional debe maximizar
habilidades como: fuerza, rangos de movimiento, resistencia, orientación,
atención, memoria, lenguaje y todas aquellas que puedan estar alteradas, así
como también efectuar modificaciones tanto en la actividad o el ambiente (físico y social) si fuese
necesario.
Resulta importante destacar que el delirium o SCA,
es una entidad aún muy poco conocida, escasamente considerada, ya sea por los
distintos profesionales de salud o por la familia del usuario afectado. Así
mismo, existen herramientas insuficientes para el manejo adecuado de esta problemática, puesto
que el modelo de acción del sistema de salud actual, se centra en el modelo
biomédico, que otorga mayor énfasis a aspectos biológicos de la persona,
dejando de lado otros aspectos relevantes que también se ven afectados en
presencia de SCA o delirium, como son el cognitivo, psicológico, social y
espiritual. Al no considerar dichos componentes, se acrecientan los problemas
derivados de la presencia de delirium, aumenta el nivel de angustia en
familiares al no tener certeza de qué está ocurriendo, y también se vulneran
los derechos de los usuarios como paciente, al no tener un trato digno, de
manera oportuna, eficaz, y acorde a sus necesidades, que promuevan la mejora en
su calidad de vida y bienestar.10
Por tanto se sugiere que es fundamental que los sistemas de salud tanto
públicos como privados, implementen estrategias de atención basadas en un
enfoque biopsicosocial preventivo y de tratamiento, que aborde esta
problemática de salud de manera integral, incorporando todos los aspectos del
individuo, mediante la acción de diversos profesionales. Del mismo modo, todos
los que se desempeñan en el área de salud deberían tener conocimiento sobre el
manejo del delirium, con el fin de dar
una mejor atención a esta población.
El terapeuta ocupacional, dispone de las
capacidades y herramientas necesarias para el abordaje preventivo del síndrome
confusional agudo, ya que considera al ser humano en todos sus ámbitos,
incluyendo su ambiente físico y social, siendo su propósito principal el evitar
el deterioro funcional del usuario, y en caso de ya estar presente el SCA,
recuperar el nivel de funcionalidad que tenía previo a la hospitalización,
involucrando activamente al contexto familiar y profesional de la persona
afectada. 8,9.
Referencias
bibliográficas
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1051-1060.
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- Ferreyra A; Belletti G; Yorio M; Síndrome confusional agudo en pacientes internados. Medicina (B. Aires), Buenos Aires, [internet]. 2004.[Consulta: 20 de Junio 2013]; 76(5). Disponible en http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S002768020040000500001&Ing=es&nrm=iso.
- González M, de Pablo J, Valdés M, Matrai S, Peri JM, Fuentes E. Delirium: A predictor of mortality in the elderly. Eur. J. Psychiat 2005;19 (3):165-171.
- Zaal IJ, Slooter AJ., Delirium in critically ill patients: epidemiology, pathophysiology, diagnosis and management. Drugs. 2012 Jul 30;72(11):1457-71
- Inouye SK, Bogardus ST, Charpentier PA, Leo-Summers L, Acampora D, Holford TR, Cooney LM. A Multicomponent Intervention to prevent delirium in hospitalized Older Patients. N Engl J Med. 1999 Mar 4; 340 (9): 669-676.
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- Alvarez, E.; Garrido, M.; González, F.; Guzmán, E.; Donoso, T.; Gallegos, S.; et al., F. Valencia. Terapia ocupacional precoz e intensiva en la prevención del delirium en adultos mayores ingresados a unidades de paciente crítico. ensayo clínico randomizado: resultados preliminares Revista Chilena de Terapia Ocupacional, Ago(12):47-56.
- Inouye SK. Prevention of Delirium in Older
Hospitalized Patients. Ann Med. 2000 May; 32 (4); 257-263.
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