SINDROME PRE-FRONTAL
INDUCIDO POR NEUROLÉPTICOS Y SU RELACION CON LA VIDA COTIDIANA.
Se entiende que el síndrome frontal es
un conjunto de síntomas provocados por disfunciones en estas zonas del cerebro
que se asocian a una amplia gama de alteraciones que afectan la memoria de
trabajo, análisis conductual, autocontrol, motivación y afectos entre otros.
Bajo este concepto, nos permitimos
preguntar ¿Qué pasa con los sujetos que padecen alguna alteración mental?, y
¿qué participación tiene el tratamiento farmacológico en la disfunción de esta
zona cerebral?, es por esto, que nuestro interés es abordar el uso de
neurolépticos como tratamiento generalizado en salud mental, el cual se ha
expandido históricamente en diversas patologías denominadas psiquiátricas,
desde la esquizofrenia hasta los trastornos de ánimo, tanto en adultos como en
niños, analizando cómo sus efectos influyen en la aparición de este síndrome.
La revisión pretende describir las
características del síndrome frontal inducido por neurolépticos, incluyendo
además sus bases neurobiológicas y el impacto posible en la vida cotidiana de
los sujetos bajo este tratamiento farmacológico.
Finalmente, trataremos de establecer una
reflexión y plantear una discusión, acerca de los beneficios para los sujetos a
quienes se les prescribe neurolépticos y los efectos cerebrales nocivos que
puede producir su consumo.
Esto además traerá consigo, definir
nuevas posiciones éticas en el ejercicio de las disciplinas que se involucran
en este ámbito.
INTRODUCCION
La investigación que a continuación
presentamos tiene su interés central en definir las implicancias del
funcionamiento neuroquímico de la corteza frontal (CF)
y su interacción con los antipsicoticos utilizados principalmente para tratar
patologías psiquiátricas, y su discusión acerca de los efectos adversos, que
impactan negativamente la participación del sujeto, en la vida cotidiana.
Entendemos que este tipo de
psicofármacos, han sido utilizados desde la mitad del siglo XX, para tratar alteraciones
del comportamiento y del ánimo. Su primera revolución, fue la aparición de la
Clorpromazina y los denominados antipsicoticos de primera generación. Los
cuales disminuían la agitación y actuaban como sedantes, pero afectaban a los sujetos con severos efectos extrapiramidales y
disquinesias tardías. (1). Luego aparecerían, los antipsicoticos atípicos
como la Clozapina, que autorizada por la FDA en los 90’, para su comercialización,
llegaría junto con otros como la risperidona y olanzapina, para tratar tanto
los síntomas psicóticos, como los negativos de la esquizofrenia. Sin embargo,
paulatinamente, estos psicofármacos fueron siendo utilizados no sólo para
trastornos psicóticos, sino que para otros trastornos mentales, y no solo en
adultos, sino que también en niños, y adultos mayores.
Para la Terapia Ocupacional (TO) ha
sido importante comprender cómo funciona la CF, para con ello elaborar
históricamente protocolos que traten alteraciones de origen neurológico. No
obstante, cabe la duda, acerca de las estrategias a realizar en intervenciones
centradas en los efectos adversos que generan los antipsicoticos típicos y
atípicos. Se ha establecido, como rol de la TO y de las otras profesiones
vinculadas a la psiquiatría, promover la adherencia al tratamiento
farmacológico.
Quizás,
no bastaría con utilizar estos fármacos de manera generalizada, ni para todas
las esquizofrenias, u otros trastornos del comportamiento.
Es
por esto que, con esta revisión, queremos sintetizar la información existente
en relación a esta temática, lo que posibilitaría mejorar las intervenciones.
En este trabajo se realizó una revisión
bibliográfica y del estado del arte, relacionada al funcionamiento normal y
anormal de la CF, el funcionamiento de
neurotransmisores en la CF, y los efectos de
los neurolépticos típicos y atípicos en esta zona.
Se realizó además, revisiones de
literatura, tanto críticas como a favor del uso de neurolépticos. Los criterios de búsqueda incluyeron la
revisión de sitios web académicos, revistas electrónicas, libros de
neuropsiquiatría, y neurociencias.
Palabras claves: Corteza frontal, síndrome frontal, neurolépticos.
DESARROLLO
Neuroanatomía funcional de los lóbulos
frontales
Los lóbulos frontales son las
estructuras más anteriores de la corteza cerebral, están situados por delante
de la cisura central y por encima de la cisura lateral. Se dividen en tres
grandes regiones: la región órbital, la región medial y la región dorsolateral;
cada una de ellas están subdividida en diversas áreas.
Desde
un punto de vista de la neuropsicología los lóbulos frontales representan un
sistema control, planeación regulación de los procesos psicológicos; estos
permiten la coordinación de variados procesos y una amplia gama de conductas y
estrategias con que cuenta el humano; organizan las conductas basadas en
motivaciones e intereses, hacia la obtención de metas que sólo se pueden
conseguir por medio de procedimientos o reglas. También participan de forma
decisiva en la formación de intenciones y programas, así como en la regulación
y verificación de las formas más complejas de la conducta humana.
Permite supervisar y planear los
procesos más complejos del ser humano, considerando
los lóbulos frontales como el centro de ejecución del cerebro.
A continuación se expondrán
brevemente las aéreas y anatomía características del lóbulo frontal
Corteza frontal dorsolateral: es la
región más grande y filogenéticamente más nueva de la corteza frontal,
principalmente su región media y anterior
Se divide en cuatro áreas principales: Corteza motora, premotora, Dorsolateral y anterior.
Corteza motora y premotora. La corteza motora participa en el movimiento
específico de los músculos estriados de las diferentes partes del cuerpo. Por
su parte la corteza premotora permite la planeación, organización y ejecución
secuencial de movimientos y acciones complejas. La región más anterior de la
corteza motora suplementaria se relaciona con la selección y preparación de los
movimientos, mientras que su porción posterior se relaciona con la ejecución de
los mismos.
Corteza prefrontal dorsolateral La
región anterior a la corteza motora y premotora se denomina corteza prefrontal
(CPF), representa la estructura neo-cortical más desarrollada, particularmente
su porción más anterior. Estas zonas se
consideran regiones de asociación supramodal o cognitivas ya que no procesan
estímulos sensoriales directos.
La
región dorsolateral de la CPF se denomina corteza prefrontal dorsolateral
(CPFDL). Se divide funcionalmente en dos porciones: dorsolateral y anterior, y
presentan tres regiones: superior, inferior y polo frontal. La porción dorsal
se encuentra estrechamente relacionada con los procesos de planeación, memoria
de trabajo, fluidez (diseño y verbal), flexibilidad mental, generación de
hipótesis, solución de problemas complejos, estrategias de trabajo, seriación y
secuenciación, procesos que en su mayoría se consideran funciones ejecutivas (FE).
Las porciones más anteriores (polares) de la corteza prefrontal dorsolateral se
relacionan con los procesos de mayor jerarquía cognitiva como la metacognición,
permitiendo la auto-evaluación y el control de la actividad en base al
desempeño y en la cognición social y la conciencia o auto-conocimiento
(integración entre la conciencia de sí mismo y el conocimiento autobiográfico),
logrando una completa integración de las experiencias emocionales y cognitivas
de los individuos.
Corteza órbitofrontal (COF). Se
encuentra estrechamente relacionada con el sistema límbico, y su función
principal es el procesamiento y regulación de emociones y estados afectivos y
de la conducta además, está involucrada en la detección de cambios en las
condiciones ambientales tanto negativas como positivas (de riesgo o de
beneficio para el sujeto), lo que permite realizar ajustes a los patrones de
comportamiento en relación a cambios que ocurren de forma rápida y/o repentina
en el ambiente o la situación en que los sujetos se desenvuelven. La COF se
involucra aun más en la toma de decisiones ante situaciones inciertas, poco
especificadas o impredecibles, se plantea que su papel es la marcación de la
relevancia (emocional) de un esquema particular de acción entre muchas opciones
más que se encuentran disponibles para la situación dada.
Corteza frontomedial:
(CFM) participa activamente en los procesos de inhibición, en la detección y
solución de conflictos, así como también en la regulación y esfuerzo atencional
Además, participa en la regulación de la
agresión y de los estados motivacionales. Las porciones más anteriores de la
corteza frontomedial), se encuentran involucradas en los procesos de
mentalización, denominada teoría de la mente.
Cabe destacar que existen
importantes diferencias entre el funcionamiento de la CPF izquierda y la CPF
derecha. La CPF izquierda, está más relacionada con los procesos de planeación
secuencial, flexibilidad mental, fluidez verbal, memoria de trabajo (información
verbal), estrategias de memoria (material verbal), codificación de memoria semántica
y secuencias inversas así como en el establecimiento y consolidación de rutinas
o esquemas de acción que son utilizados con frecuencia. La CPF derecha se
relaciona más con la construcción y diseño de objetos y figuras, la memoria de
trabajo para material visual, la apreciación del humor, la memoria episódica,
la conducta y la cognición social, así como en la detección y el procesamiento
de información y situaciones nuevas (2).
Par
ser más precisos, las funciones más complejas del humano, entre ellas las funciones ejecutivas
(FE) son soportadas principalmente por la corteza prefrontal (4), participan en
el control, la regulación y la planeación eficiente de la conducta humana,
también permiten que los sujetos se involucren exitosamente en conductas
independientes, productivas y útiles para sí mismos.
Las
funciones ejecutivas se definen como un proceso o una serie de procesos cuyo
principal objetivo es facilitar la adaptación a situaciones nuevas, opera por
medio de la modulación o el control de habilidades cognitivas más básicas;
estas habilidades o rutinas son procesos sobreaprendidos por medio de la
práctica o la repetición e incluyen habilidades motoras y cognitivas, como la
lectura, la memoria o el lenguaje. Debido a que en la mayoría de las
situaciones de la vida diaria es necesario hacer adaptaciones conductuales,
también permiten la creación de patrones nuevos de procesamiento cuando no
existen esquemas que puedan enfrentar la situación (3)
Existen
diferentes tipos de funciones ejecutivas, sin embargo abordaremos las que más
destacan.
Planeación:
es una de las capacidades más importantes de la conducta humana, se define como
la capacidad para integrar, secuenciar y desarrollar pasos intermedios para
lograr metas a corto, mediano o largo plazo
Control
conductual: una de las funciones más importantes de la CPF es la capacidad de
control sobre los demás procesos neuronales que se llevan a cabo dentro y fuera
de la CPF, el control inhibitorio ejercido por la CPF, en particular por la
CFM, permite retrasar las tendencias a generar respuestas impulsivas,
originadas en otras estructuras cerebrales, siendo esta función reguladora primordial
para la conducta y la atención
Flexibilidad
mental: La capacidad para cambiar un esquema de acción o pensamiento en
relación a que la evaluación de sus resultados indica que no es eficiente, o a
los cambios en las condiciones del medio y/o de las condiciones en que se
realiza una tarea específica, requiere de la capacidad para inhibir este patrón
de respuestas y poder cambiar de estrategia Las Actividades de la vida diaria
con frecuencia son altamente cambiantes y los parámetros y criterios de respuestas
no dependen de una lógica inflexible y generalizable a todas las
circunstancias, sino que dependen del momento y el lugar en donde se
desarrollen; la excesiva fijación de un criterio, una hipótesis o una
estrategia de acción, afectan de forma importante la solución de problemas.
La
memoria de trabajo: es la capacidad para mantener información de forma activa,
por un breve periodo de tiempo, sin que el estímulo esté presente, para
realizar una acción o resolver problemas utilizando información activamente.
Fluidez:
La velocidad y precisión en la búsqueda y actualización de la información, así
como en la producción de elementos específicos en un tiempo eficiente, es un
importante atributo de la CPF y se relaciona con la función ejecutiva de productividad.
La fluidez de lenguaje, en particular la fluidez de verbos o acciones, se
relaciona más con la actividad de la zona premotora y con el área de Broca. Recientemente
se ha hecho énfasis en capacidades psicológicas no incluidas dentro del
concepto FE, sino capacidades de mayor jerarquía cognitiva, como la
metacognición, la mentalización y la cognición (4)
Metacognición:
es el proceso con mayor jerarquía cognitiva y no se considera una función
ejecutiva sino un proceso de mayor nivel. Es definida como la capacidad para
monitorear y controlar los propios procesos cognoscitivos (5).
Mentalización:
la capacidad de pensar lo qué otra persona puede estar pensando, pensará y/o
reaccionará en relación a una situación o evento particular, se ha denominado
mentalización y es una de las capacidades humanas más importantes para las
relaciones interpersonales y sociales.
Conducta
social: durante el desarrollo, los niños tienen que asimilar, aprender y
desarrollar diversos sistemas de reglas cognitivas y sociales, las cuales
cuando adultos, les permitan interactuar propositivamente con su medio. Esta
serie de capacidades se ha denominado: implementación de reglas, permitiendo
que de forma flexible se alterne, seleccione, actualice y se ejecuten
procedimientos efectivos de conducta en base a situaciones sociales
determinadas.
Las regiones polares de la CPF
(particularmente el polo frontal derecho) son primordiales para algunas
capacidades incluidas dentro de la cognición social, como son la interpretación
del humor y la interpretación no literal de mensajes verbales como los refranes
debido a que para su comprensión se requieren de la actualización e integración
de elementos autobiográficos.
El análisis neuropsicológico del
daño frontal se complica por la variabilidad del tamaño de la lesión, el tipo
de patología, el daño cortical versus el subcortical (o ambos), la región de la
corteza afectada, el tiempo de desarrollo de la lesión y el impacto de la
desconexión funcional con otras áreas corticales; debido a todos estos factores
es que las definiciones del "daño frontal” varían considerablemente, se ha
advertido que no existe una entidad única y simple como "síndrome
frontal”, agrupar como una sola todas sus variantes es un error.
El
daño frontal produce muy diversas características cognitivas y conductuales, en
dependencia de la(s) zona(s) que se lesionen. Por ejemplo, el daño en la COF
producirá alteraciones en la regulación afectiva y conductual, en tanto que el
daño en la CPFDL, afectará principalmente funciones ejecutivas. Las lesiones de
la CFM prefrontal medial producirán alteraciones del control atencional y de
mentalización. Las lesiones más polares producirán alteraciones en las
capacidades de cognición social y metacognición.
En la Corteza Frontal están presentes la
mayoría de los neurotransmisores conocidos en la actualidad. Entre los que
destacan;
La
Acetilcolina (ACH), Es un neurotransmisor producido por neuronas colinérgicas.
Tiene 2 tipos de receptores muscarínicos y los nicotínicos. Los primeros
receptores se encuentran en el musculo liso, los segundos en los músculos
esqueléticos.
Las
Catecolaminas, son un grupo de neurotransmisores que comparten su vía de
síntesis metabólica, corresponden a la nor-adrelina, adrenalina y dopamina. Estos
neurotransmisores están vinculados principalmente a la función y sistema ligado al placer.
La
Serotonina, corresponde a un neurotransmisor 5-hidrotriptamina (5-ht).
Numerosos estudios han demostrado su participación en diversos procesos
neuronales, como la memoria y el aprendizaje, la nocicepoción, la migraña, la
depresión, la angustia y el ciclo sueño-vigilia.
El
Glutamato, corresponde al neurotransmisor encargado del 75% de la transmisión
excitadora en el cerebro. Se identifican 3 receptores, no obstante el más
importante es el NMDA, que se relaciona a las funciones de aprendizaje y
memoria.(6)
Neurolépticos
Estos fármacos son
utilizados para el tratamiento de enfermedades de causa neuropsiquiátrica. Son
útiles en el tratamiento de delirios, alucinaciones y otros trastornos del
pensamiento resultantes de un amplio abanico de etiologías orgánicas y
funcionales. Es importante destacar que la sedación frecuente en el uso de
estos fármacos es un efecto secundario que puede tener ventajas o desventajas
terapéuticas específicas, que es parte de la acción antipsicotica.
En la actualidad los fármacos anti psicóticos
disponibles pueden clasificarse en varias categorías: las fenotiacinas
(incluyendo sus derivados), las tioxantinas, las butirofenonas y los derivados
dibenzodiacepínicos y otros derivados.
Antipsicoticos
de 1° generación
|
Antipsicoticos
de 2° generación
|
Clorpromazina
|
Quetiapina
|
Tioridazina
|
Olanzapina
|
Haloperidol
|
Clozapina
|
Tiotixeno
|
Risperidona
|
Tabla N°1 Antipsicoticos
Típicos y Atípicos
Durante muchos años, la teoría más aceptada sobre
el mecanismo de acción de los fármacos antipsicóticos se basaba en la
observación de que todos los neurolépticos en uso poseían acciones similares
sobre el sistema dopaminérgico, que corresponde al bloqueo del acoplamiento de
la dopamina al receptor dopaminérgico postsináptico cerebral.(8)
Al inventarse la clorpromazina se la
denominó como "lobotomía química" y se pensó en la terapia
farmacológica como una "solución limpia" frente a la lobotomía
tradicional y al problema de la saturación de los hospitales psiquiátricos.
El
sobrenombre de "lobotomía química" tampoco le vendría mal a este
grupo de medicamentos, pues al igual que el procedimiento de destrucción de
masa cerebral por medios quirúrgicos, estos causan daño cerebral permanente.
Efectos de los Neurolépticos
La mayor parte de los neurolépticos
funcionan bloqueando los receptores postsinápticos de la Dopamina, es decir,
que impiden a esta sustancia cerebral natural funcionar con normalidad, y hacen
que parezca que tenemos menos.
La teoría subyacente al uso de estos
fármacos en todas las psicosis, simplificando mucho, es que éstas se producen
por una actividad exacerbada de la Dopamina en las áreas frontales y mesolímbicas
del cerebro.
Reacciones
extrapiramidales.
Puede surgir una gran variedad
de síntomas extrapiramidales, incluyendo reacciones distónicas agudas, síndrome
parkinsoniano, acatisia, acinesia, síndrome de rabbit, discinesia tardía y el síndrome
neuroléptico maligno.
Entre los efectos secundarios
más molestos producidos por los antipsicoticos están las reacciones distónicas
agudas. Suele aparecer con mayor frecuencia horas o días después
del inicio del tratamiento.
El patrón más común de este
síndrome incluye la contracción incontrolable de la cara y cuello, y los espasmos
y distorsiones de la cabeza y / o del torso. Si están involucrados los músculos
extraoculares, puede aparecer una crisis oculógira en la cual los ojos se
elevan y permanecen fijos en esa posición. Si hay afectación laríngea pueden
aparecer dificultades respiratorias y ventilatorias. A menudo estas reacciones
son terroríficas para el enfermo que no ha tenido una experiencia previa con estos problemas ni
conocimiento de la existencia de este efecto secundario.
El síndrome parkinsoniano
presenta una gran similitud con los síntomas de la enfermedad de Parkinson idiopática
clásica: disminución de la expresión facial (cara de máscara), rigidez
articular, enlentecimiento de los movimientos (bradicinesia), salivación,
escritura pequeña (micrografía) y temblor de “contar monedas”.
Acatisia
Es un trastorno extrapiramidal
consistente en la sensación desagradable de inquietud y la incapacidad de
permanecer quieto.
Este síntoma es tanto un
trastorno del movimiento como un trastorno mental. Es una reacción común y
generalmente aparece en un corto espacio de tiempo tras iniciar el tratamiento
con fármacos antipsicóticos.(9)
Acinesia
La acinesia se define como un estado conductual de disminución de la
espontaneidad, caracterizado por gesticulación escasa, discurso no espontáneo
y, particularmente, apatía y dificultad para iniciar las actividades
habituales. (10)
Al igual que el síndrome
parkinsoniano, sólo puede aparecer tras varias semanas de tratamiento.
Síndrome neuroléptico
maligno.
En casos muy esporádicos, un paciente en tratamiento antipsicótico puede desarrollar un trastorno potencialmente fatal conocido como síndrome neuroléptico maligno (SNM). Aunque es más frecuente su aparición por el uso de neurolépticos de alta potencia, puede aparecer tras la administración de cualquier antipsicótico.
El sujeto con SNM desarrolla
una rigidez grave y frecuentemente manifiesta cambios de estado mental,
incluyendo delirios, fuerte ansiedad, hipofonía o mutismo, y ocasionalmente
catatonia. El paciente con SNM presenta fiebre, leucocitosis, taquicardia,
fluctuaciones anómalas de presión arterial, taquipnea y diaforesis. (11)
Efectos secundarios anticolinérgicos.
En líneas generales, la
potencia anticolinérgica de los antipsicóticos es menor que la de los fármacos
anticolinérgicos. Sin embargo, algunos antipsicóticos (especialmente la clorpromazina
y la tioridazina) a dosis altas, pueden ocasionar marcados efectos secundarios
anticolinérgicos.
Estos efectos anticolinérgicos
se clasifican en periféricos y centrales. Entre los periféricos, los más
comunes son la sequedad de boca, la disminución de la sudoración y de las
secreciones bronquiales, la visión borrosa (por inhibición de la acomodación), las
dificultades miccionales y la constipación.
Efectos secundarios adrenérgicos.
La administración de adrenalina,
que estimula tanto a los receptores alfa como beta-adrenérgicos, conducirá a la
caída paradójica de la tensión arterial. Esta caída de la tensión se explica
por la estimulación de los beta-receptores en presencia de un bloqueo
alfa-adrenérgico.
En tratamientos con
neurolépticos se dan cambios en la función hormonal. Algunos de estos efectos
secundarios están relacionados con el efecto de bloqueo
dopaminérgico de los antipsicóticos, que aumentan los
niveles de prolactina, y que a su vez pueden dar lugar a ginecomastia, tanto en
varones como en mujeres.
También puede aparecer
galactorrea, aunque es raro. Las gonadotropinas pituitarias (la hormona
folículo estimulante y la luteinizante) y la testosterona disminuyen por la
administración de neurolépticos han propuesto que aparte de la ginecomastia y
de la galactorrea, los neurolépticos provocan otros efectos neuroendocrinos
mediados por la hiperprolactinemia, tales como amenorrea, aumento de peso,
flaccidez de mamas y descenso de la líbido. La amantadina puede ser un
tratamiento efectivo en estos casos.
La terapia neuroléptica puede
causar también trastornos sexuales. La combinación de los efectos anticolinérgicos,
el bloqueo alfa-adrenérgico y los efectos hormonales pueden dar lugar a
diferentes tipos de trastornos sexuales.
En varones, se han detectado incapacidad en lograr o mantener la
erección, disminución de la capacidad de alcanzar el orgasmo y cambios en la
calidad de la satisfacción de éste. (13)
Con el uso de antipsicóticos
las mujeres pueden experimentar cambios en la calidad del orgasmo y descenso de
la capacidad de alcanzarlo. También pueden darse irregularidades en la
menstruación. Muchos pacientes, e incluso algunos psiquiatras, se muestran reacios
a hablar de los efectos secundarios sexuales. En el contexto de una
sintomatología psicótica grave, algunos psiquiatras pueden llegar a trivializar
los efectos secundarios sexuales.
DISCUSION DE RESULTADOS
Este trabajo permitió revisar literatura
existente, relacionada a la función de la Corteza Frontal y de los
neurotransmisores que interactúan con los neurolépticos utilizados como
terapias farmacológicas.
La terapia farmacológica con
neurolépticos parte de la premisa que las enfermedades mentales tienen en todos
los casos posibles, una causa de origen biológico, es decir un desbalance a
nivel de neurotransmisores que interactúan en la Corteza Frontal, afectando el
comportamiento de los sujetos.
Hemos
podido concluir, que hay neurotransmisores relevantes en el funcionamiento de
la CPF, y que los neurolépticos si afectan en esta dinámica cerebral, tanto
aumentando la producción de algunos, como inhibiendo a otros. En este
interjuego, la Dopamina y sus receptores (D1 y D2) juegan un papel fundamental.
Pues sabe que este neurotransmisor se relaciona a funciones de cognición
superior.
No obstante, estudios críticos han
demostrado que la evidencia que relaciona el mal funcionamiento de
neurotransmisores, alteraciones anatómico-estructurales deficitarias con
trastornos mentales, no es suficiente ni contundente para generalizar a nivel
poblacional.
Pero sí puede establecer
evidentemente que los efectos nocivos de los neurolépticos existen y SI generan
alteraciones a nivel de neurotransmisores, además
de dañar el tejido cerebral, (14) interfiriendo negativamente el desempeño y
la subjetividad del sujeto en la vida cotidiana.
Cabe
destacar, que existe una defensa permanente de los beneficios del uso de
neurolépticos, como tratamiento de las enfermedades, sin embargo sorprende que
la mayoría de los estudios, son financiados por industria farmacéutica.
Esta
revisión no pretende demostrar que no hay que usar los antipsicoticos, pero sí aterrizar
su discurso, y no generalizar su uso como solución de todas las alteraciones
del comportamiento, ni que sean aplicables para todas las edades, es decir, su
propósito es que el uso de neurolépticos
sea más responsable y en menor cantidad.
Sería
interesante continuar investigando para saber si los trastornos mentales realmente
tienen una causa biológica, y se expresan producto de desbalances de los
neurotransmisores. Además de continuar informando a la comunidad general quienes son los
verdaderos beneficiados o afectados de estos tratamientos.
BIBLIOGRAFIA
(1) Norma Derito, Gabriela Martinez, Laura Fernández Castro, Daniela
Bordalejo, Alberto Monchablon Espinoza. “Antipsicoticos atípicos”. Alcmeon. Rev
Arg. Neuropisquiatria. vol 11, N°4, Octubre de 2004. http://www.alcmeon.com.ar/11/44/05_derito.htm
(2)Luria,
A. R. Las funciones corticales superiores del hombre. México: Fontamara.(1986)
(3)Flores, J.Ostrosky-Solis F.
Neurología de lóbulos frontales, funciones ejecutivas y conducta humana.
Revista de Neurología, Neuropsiquiatría, y Neurociencias. 2008, 4,Vol.8, N°.1,
pp.47-58
(4)Bechara, A.,
Damasio, H., & Damasio, A. R. Emotion, decision making and the
orbitofrontal cortex. Cerebral Cortex, (2000). 10, pp 295-307.
(5)Goldberg
E., Podell K, Adaptative versus veridical decision making and the frontal
lobes. Consciousness and Cognition. (1999).8, pp 364-377.
(6)Anderson
S, Damasio H, Tranel D. Damasio, A. Long-term sequelae of prefrontal cortex
damage acquired in early childhood. Developmental Neuropsychology, (2000). 18 pp. 281-296.
(7) Kandell,
E. “the neuroscience of mental health II” A report on neuroscience research.
National Institutes of Mental Health. 1995.
(8) Santana N, Receptores Monoaminergicos
en Corteza Prefontal: Mecanismos de acción de fármacos antipsicóticos. Tesis
doctoral. Barcelona, Julio 2007
(9)
Talbott. John A. Tratado de Psiquiatria. 2° Edición. Washington D.C. y Londres. American Psychiatric Press.
1996. 1551 pags.
(10) Talbott. John A. Tratado de
Psiquiatria. 2° Edición. Washington
D.C. y Londres. American Psychiatric Press. 1996. 1551 pags.
(11) Talbott. John A. Tratado de
Psiquiatria. 2° Edición. Washington D.C. y Londres. American Psychiatric Press.
1996. 1551 pags.
(12) Talbott. John A. Tratado de
Psiquiatria. 2° Edición. Washington
D.C. y Londres. American Psychiatric Press. 1996. 1551 pags.
(13) Talbott. John A. Tratado de
Psiquiatria. 2° Edición. Washington D.C. y Londres. American
Psychiatric Press. 1996. 1551 pags.
(14) Valverde Miguel. “Un Dilema Bioetico a proposito de los
antipsicoticos”. 2010. Rev. Bieotica y Derecho. Septiembre 2010. N°20. http://www.ub.edu/fildt/revista/RByD20_art-valverde.htm
N°1 Antipsicoticos Típicos y Atípicos
A modo de comentarios señalar que como efecto no deseado de neuroléptico no sólo presentan el síndrome frontal sino también es relevante el llamado síndrome metabólico, en que, observar aumento de peso, aumenta la glicemia entre otros.
ResponderEliminarOtro elemento que se debe considerar dentro el proceso histórico es que una de las motivaciones para desarrollar nuevas neuroléptico siempre ha sido la disminuir los eventos adversos como los movimientos anormales inducido por la neuroléptico, el síndrome frontal del síndrome metabólico, y es en este sentido que el desarrollo neuroléptico atípicos tienen esta orientación
cuando analizamos un efecto no deseado otro fármaco como los neuroléptico llegamos a la conclusión casi atemorizante de que existe una gran cantidad de elementos a considerar antes de utilizarlos, en este sentido cuadros psicóticos que tienen un alto impacto en la calidad de vida de las personas afectadas se pueden beneficiar del uso de ellos, siendo en este tipo de poblaciones que existe evidencia a favor de su uso. Sin embargo existen otras indicaciones como el trastorno personalidad en que esto debe ser evaluado, prudencia.